El llanto de Honduras
La derrota en la pelea por el tercer y cuarto puesto del torneo de fútbol de Río 2016 provocó una gran decepción, especialmente entre los jugadores, que terminaron abatidos y con lágrimas en los ojos su partido frente a Nigeria, en el estadio Mineirao de Belo Horizonte.El conjunto hondureño estuvo cerca del milagro. A la hora de partido perdía contra Nigeria por 3-0. A cinco minutos del final, los tantos de Anthony Lozano y Marcelo Pereira hicieron pensar al combinado del colombiano Jorge Luis Pinto que el sueño olímpico aún era posible.
No se dio el caso. Nigeria mantuvo el tipo y manejó con experiencia los minutos finales. En plena efervescencia americana, el cuadro africano templó la situación y efectuó, con parsimonia, los tres cambios.
Nunca Honduras había llegado tan lejos en el torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos y pocas veces tuvo tan cerca una medalla. El techo hondureño en este deporte estuvo en los cuartos de final que llegó en Londres 2012.
En Río, Honduras fue capaz de terminar la fase de grupos por delante de Portugal, Argelia y, sobre todo, Argentina, llamada a aspirante que se quedó fuera de la pelea por el podio.
Honduras, que nunca en su historia olímpica ha obtenido medalla alguna, progresó en el toreo hasta semifinales. Arrollada por la anfitriona, Brasil, depositó sus esperanzas en la pelea por el bronce, contra Nigeria.
El equipo de Pinto recuperó el pulso del partido cuando estaba perdido y, por la heroica, pretendió un milagro que no llegó. Nigeria le dejo fuera del bronce.
"Nuestras lágrimas al final del juego mostraron la decepción después de estar cerca de ganar una medalla", reconoció Bryan Acosta.
"Pero esto es fútbol: a veces se gana y a veces se pierde y nos tocó perder. Es una pena", lamentó el futbolista de Honduras.
