Estanguet, el hombre que llevó a París los Juegos un siglo más tarde
Tony Estanguet está, a sus 39 años, habituado como pocos a negociar los meandros de la vida, algo que aprendió durante años practicando el piragüismo, una habilidad que ha puesto al servicio de París 2024 para devolver a la capital francesa los Juegos Olímpicos un siglo después.Luis Miguel Pascual
A lo largo de los avatares que han llevado a París a ser seleccionada tras tres intentonas fallidas, Estanguet se ha revelado como el personaje clave de la candidatura, el rostro que ha sabido trasmitir pasión y tocar los hilos necesarios para acordar toda la maquinaria.
Cuando se repasa la lista de los personajes claves de París 2024, Estanguet emerge de entre la vorágine de políticos, dirigentes deportivos y deportistas.
Junto a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, al presidente, Emmanuel Macron, o el copresidente de la candidatura, Bernard Lapasset, Estanguet es la voz más reconocible.
"Se ha convertido en el Napoleón de la candidatura, el hombre que ha tomado la bandera para llevarla hasta el éxito", resume el excampeón olímpico de judo Thierry Rey, que forma parte del equipo de París 2024.
Guy Drut, el histórico miembro francés del COI que ha formado parte de todas las candidaturas francesas para acoger los Juegos, asegura que, con Estanguet, París encontró "a su Sebastian Coe", en referencia al exatleta británico que obró para que Londres ganara los Juegos de 2012.
El paralelismo es evidente. Francia fracasó en sus intentos para hacerse con los Juegos de 1992, los de 2008 y, sobre todo, los de 2012, cuando era favorita pero vio cómo el COI se lanzaba, en la recta final, a las aguas del Támesis.
En parte, Londres ganó por el carisma del mediofondista, mucho más cercano al movimiento olímpico que los experimentados funcionarios en la sombra que dirigían la candidatura de París.
La capital francesa supo entonces que si algún día quería volver a optar a los Juegos necesitaba un hombre de esa talla.
El sueño olímpico se apagó en París tras la derrota de 2012.
Precisamente en Londres, Estanguet obtuvo su tercer y último oro olímpico, la guinda a una carrera marcada por el éxito.
"Y por la determinación", apunta su hermano Patrice, que también es su entrenador, que le define como un hombre obsesionado con el éxito.
Cuando, de la mano de Lapasset, comenzó a andar la nueva intentona de París para ser sede olímpica, Estanguet acababa de ser nombrado miembro de la Comisión de Atletas del COI y buscaba una reconversión tras haber bajado de las canoas.
Superadas las dudas iniciales, el día en el que Hidalgo dio su respaldo definitivo a París 2024, Estanguet era uno más del abanico de deportistas que apoyaban la iniciativa.
Pero pronto comenzó a escalar peldaños en la jerarquía de la candidatura, hasta que decidieron colocarle en el punto más alto, junto a Lapasset.
Desde ese puesto, Estanguet fue forjando el equipo a su imagen, hasta el punto de que ya nadie duda que es el auténtico patrón de París 2024. No en vano, será él quien presida en solitario el comité organizador, un puesto que le sitúa al mismo nivel que Coe en Londres o que Michel Platini en el Mundial de fútbol de 1998.
El exatleta ha sabido compaginar intereses divergentes del mundo deportivo y el político, poner a trabajar juntos a personas de diferentes partidos y afrontar amenazas como las críticas de la ultraderecha por no usar el francés en sus lemas.
En todo momento ha dado la cara, su sonrisa amplia y franca, su franqueza serena que ha conquistado al país y también al mundo de los aros entrelazados.
Un miembro del movimiento olímpico aseguraba al diario "L'Équipe", sin dar su nombre, que "si algún día quiere, puede dirigir el COI".
El éxito de París es, en buena medida, el suyo. Tras sus tres oros olímpicos y mundiales, el oriundo de Pau ha demostrado capacidad para triunfar también en los despachos.
Si Coe aprovechó el trampolín de Londres 2012 para hacerse con las riendas de la maltrecha Federación Internacional de Atletismo (IAAF), Estanguet ha abierto de la mano de París 2024 un destino que puede llevarle lejos en el Movimiento Olímpico.