Ángel Hernández, un español que competirá en Tokio con Colombia
Ángel Hernández era una de las grandes promesas de España en gimnasia en trampolín, pero se chocó de frente con las dificultades económicas del deporte y debió usar una carta que supo jugarse para estar hoy a pocos días de competir por Colombia en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Ángel, de padres colombianos, nació en 1995 en Albacete, obtuvo un cupo para Tokio en el Campeonato Panamericano disputado hace un mes en Río de Janeiro.
Y así se cumplió la profecía de José Miguel Cantos, el entrenador que lo inició a los cinco años en la disciplina. El exseleccionador español, con quien llegó a Bogotá en 2013, aseguró que ese joven era un "futuro competidor" en Juegos Olímpicos. Y acertó.
"Siento la presión, pero es bonito porque sé que me estoy preparando para la cita más grande del deporte en el mundo", dijo en una entrevista con Efe.
Nació para ganar en una disciplina a la que llegó por azar. Su constancia y capacidades lo llevaron a ser campeón del mundo sub'12 y sub'14 en 2007 y 2009.
En 2012 se convirtió en el mejor junior de Europa.
Sin ayudas ni estímulos y sin un lugar para entrenar, Katish Recalde, madre y actual entrenadora del Ángel, le propuso viajar a Colombia en compañía de sus dos hermanas y su cuñado, todos deportistas de Albacete, para competir bajo su otra nacionalidad.
Ocho años después, con el pasaje a Tokio en el bolsillo, calificó ese cambio como "acertadísimo" y la "mejor decisión", pues con su segunda patria alcanzó su máxima meta como gimnasta y se convirtió con su familia en promotor de la disciplina en el país.
"El comienzo fue súper difícil porque el trampolín no era conocido. Era un deporte que nadie sabía de dónde salía o a dónde iba", cuenta.
Mientras Ángel se estableció en Medellín, su mamá impulsó el trampolín en Bogotá y su hermana Katish Hernández y su cuñado Álvaro Calero hicieron lo propio en Bucaramanga. El proyecto era hacerlo crecer a nivel nacional y lo consiguieron.
Cada uno sembró por separado una semilla para reunirse años después por el sueño olímpico, pero primero había que superar un revés deportivo que hizo a Ángel plantearse la retirada tras quedar fuera de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 "por una décima".
"Desde los 10 u 11 años estábamos preparándonos para Río, mentalizados en Río-Río-Río. La verdad que fue un golpe duro", manifestó el gimnasta.
Ante ese fracaso, Cantos se marchó a Estados Unidos y su pupilo no quiso acompañarlo. Ya había echado raíces en Medellín y su mamá aceptó el rol de 'coach', dentro de un ciclo olímpico exitoso con oro en Bolivarianos, Sudamericanos y Centroamericanos.
Sin embargo, una lesión amenazó los planes de la familia. La pandemia jugó a su favor al otorgar tiempo para la recuperación de una cirugía de rodilla por una fisura en el cartílago.
Luego, en el Panamericano en Río, no desaprovechó su último cartucho. Ganó, clasificó a Tokio e hizo historia al romper el dominio estadounidense.
TRES VICTORIAS ANTE EL CAMPEÓN OLÍMPICO
Ángel, que culminará en Portugal su preparación, se enfrentará en Tokio a los 16 mejores del mundo en su modalidad, olímpica desde Sydney 2000, entre ellos está un viejo conocido: el bielorruso Uladzislau Hancharou, actual campeón olímpico.
"Hancharou y yo hemos sido rivales desde que yo tengo memoria", contó el colombo-español, y subrayó: "Le he ganado tres veces".
"Por ahí están las fotos. Toca sacarlas en cualquier momento", afirma entre risas al evocar esos títulos en infantil, cuando competía en Europa.
Pese a sentirse como pez en el agua por conocer a la mayoría de competidores, Ángel es aterrizado frente a sus posibilidades.
"Lo primero es centrarnos en esa final, que ya está difícil. Y ya en la final puede pasar cualquier cosa", concluyó el deportista de 26 años.