La celebración más loca de Maialen Chourraut: chapuzón al agua y baño tras ganar la plata
Maialen Chourraut fue un vendaval de emociones desde el momento en el que se situó en la carpta de las medallistas tras terminar su actuación. Ahí esperaba que acabaran sus rivales para ir ocupando una u otra posición en el podio. Cuando ya a falta de la navegación de la última rival confirmó que era plata, todas se desbordaron de repente.
Primero con un abrazo con su equipo, muy sentido, prolongado, fuerte, luego, con un beso incluso con su entrenador y marido, Xabi Etxaniz. Pero lo más llamativo fue el tradicional chapuzón en las aguas del centro de piragüismo de Kasai. Lo compartió, eso sí, con el entrenador de la alemana Ricarda Funk, oro en la prueba.
Se lanzaron y se bañaron y hasta se dieron un chapuzón de alegría desbordante.