El Real Madrid recupera su mejor versión y toma aire en Moscú (82-93)
El Real Madrid recuperó este jueves su mejor versión y, tras los últimos traspiés en Euroliga, tomó aire en Moscú al lograr su primer triunfo como visitante del Top-16 ante el Khimki (82-93) en un partido muy serio de los blancos en el que destacaron las actuaciones de Gustavo Ayón y Sergio Llull.
El pívot mexicano anotó 24 puntos, capturó diez rebotes, robó cinco balones, colocó dos tapones y sumó 41 de valoración, mientras que el base balear acabó el partido con 17 puntos, 11 asistencias, cinco rebotes y una valoración de 25.
Con este triunfo ante un rival que le había superado en los dos partidos de la primera fase, el equipo de Pablo Laso cierra la primera fase con cuatro victorias y consigue una renta de once puntos que puede ser muy valiosa en un grupo tan igualado como el F.
La puesta en escena del Real Madrid lució desde la línea de 6,75 y dos triples de un motivado Trey Thompkins y un tercero de Jonas Maciulis en los primeros cuatro minutos le dieron las primeras ventajas y obligaron a Rimas Kurtinaitis a pedir tiempo muerto con 7-11 en el marcador.
Las canastas se sucedían en ambos aros, con acciones rápidas en los que los ataques se imponían a las defensas. Un parcial de 7-0 comandado por Alexey Shved y James Augustine devolvió el mando del partido al equipo ruso, aunque el festival anotador cerró el primer cuarto con empate a 26 puntos.
El segundo acto empezó con la misma tónica. El Real Madrid, con Sergio Rodríguez y Sergio Llull en pista, siguió inspirado desde el perímetro y Jeffery Taylor elevó a seis puntos la renta visitante (33-39, min 13).
A partir de ese momento, el apagón ofensivo del actual campeón continental coincidió con un nuevo acelerón de los moscovitas, que sorprendían una y otra vez a la defensa blanca con su velocidad y el acierto de Augustine y Shved, que llegaron al descanso con 15 y 13 puntos, bien asistidos por Tyrese Rice.
El parcial fue de 17-4 en poco más de seis minutos en los que los de Pablo Laso se quedaron sin ideas en ataque, concedieron demasiadas canastas en su zona, perdieron el control del rebote (23-13) y se fueron a los vestuarios con la mayor desventaja hasta ese momento (50-43).
El ritmo anotador en ambas zonas también fue la tónica en un arranque del tercer acto en el que el equipo español, en una gran actuación coral, fue poco a poco recuperando su fluidez en ataque y apretando en defensa, remendando sus errores anteriores.
Los mejores minutos de los visitantes le permitieron endosar un parcial de 21-5 que les llevó de estar diez abajo a dominar poco después por seis puntos gracias a un excelente tercer cuarto en el que anotó 28 puntos y acabó con un esperanzador 71-69 a favor tras un triple final de KC Rivers.
La defensa blanca seguía funcionando y robando balones y un contraataque culminado por el alero estadounidense le dio la máxima ventaja en el minuto 33 (69-76). En el ecuador del último cuarto, la renta ya era de diez puntos gracias a los buenos minutos y a los puntos de un bravo Gustavo Ayón y a las asistencias de Sergio Llull.
Los actuales campeones de Europa supieron conservar su dominio del choque hasta el final ante un Khimki que seguía precipitándose en ataque y chocaba una y otra vez con la buena defensa rival.
Con su triunfo en una pista difícil como la mosvovita, el Real Madrid se da un respiro ante la complicada segunda vuelta del Top 16 que le espera, en la que deberá disputar fuera de casa seis de los ocho partidos en un grupo tan igualado como el F.
- Ficha técnica:
82 - Khimki Moscú (26+24+19+13): Rice (12), Shved (17), Monya (14), Honeycutt (2) y Augustine (20) -cinco titular-, Dragic (5), Koponen (5), Davis (7).
93 - Real Madrid (26+17+28+22): Llull (17), Carroll (8), Maciulis (11), Thompkins (11) y Ayón (24) -quinteto inicial-, Rivers (10), Ndour (-), Rodríguez (7), Hernángomez (2), Taylor (3).
Árbitros: Luigi Lamonica (ITA), Tomislav Hordov (CRO) y Saso Petek (SLO). Eliminado por faltas Shved.
Incidencias: Partido de la séptima jornada del Top 16 disputado en el Krylatskoye Sports Palace de Moscú ante 3.800 espectadores.