El Leganés conquista el Bernabéu y sigue haciendo historia en Copa

Carlos Mateos GilMadrid, 25 ene .- El Leganés vivió en el Santiago Bernabéu una de las noches más grandes de su historia como club y con un triunfo por 1-2 ante el Real Madrid logró clasificarse por primera vez para las semifinales de la Copa del Rey.
Afrontaba el equipo el duelo de vuelta sin ningún tipo de complejo y con la voluntad de competir, llevando hasta el límite sus posibilidades. El 0-1 de la ida, sin embargo, complicaba mucho el objetivo.
Desde el principio se vio a un once ansioso por competir y de hacerlo con sus armas, bien cerrado atrás y tratando de aprovechar las oportunidades que tuviera durante el transcurso de los noventa minutos.
Y cerca estuvo de hacerlo en su primer acercamiento cuando una falta en la frontal ejecutada por Claudio Beauve impactó en el palo de la portería de Kiko Casilla. Un aviso que sonaba a reivindicación.
Pese a todo la posesión era del rival y los hombres de Asier Garitano fiaban sus opciones al acierto y al orden defensivo, los mismos argumentos de los que ya habían hecho gala días antes en un partido que se les escapó de forma agónica.
Un gol les valía para igualar todo y sacaron oro a una circunstancia propicia para ello cuando un error de la zaga blanca permitió a Javier Eraso encarar la portería rival. Le pegó este con el alma desde la frontal y marcó por la escuadra. El 'milagro' parecía ser terrenal.
Pese a ello aún había trabajo por hacer, más después de que el francés Karim Benzema igualara el partido en el amanecer del segundo acto tras una buena combinación con Lucas Vázquez. Los visitantes debían volver a marcar.
No tardaron en hacerlo. En el cincuenta y cinco un córner botado desde la izquierda de la portería del Real Madrid lo cabeceó inapelable el brasileño Gabriel adelantándose a toda la defensa. Sobre el césped, el delirio.
Y también en la grada donde se situaban los aficionados del equipo. Estos celebraron la diana por todo lo alto y dieron continuidad a sus cánticos con consignas como '¡Qué bote Butarque!' y 'Sí se puede'.
Hubo también espacio para el sufrimiento y para que Champagne, bajo los palos, se llevara también su parte de gloria. Primero repeliendo un buen remate en el punto de penalti de Benzema y luego estirándose para desviar un testarazo de Ramos.
Una férrea defensa que supo resistir las embestidas del anfitrión en los instantes finales sirvió para sellar la sorpresa, culminada con escenas de enorme alegría sobre un verde que el equipo visitaba por segunda vez en su historia. La primera, el pasado curso, se saldó con una derrota liguera por 3-0. La segunda ya no la olvidarán nunca más.