Suárez-Suárez, duelo charrúa de alto voltaje
Damián Suárez y Luis Suárez se vieron las caras este domingo en el Coliseum Alfonso Pérez por cuarta vez en LaLiga Santander desde que ambos juegan en España para disputar un duelo charrúa de alto voltaje.
Tanto el jugador del Getafe como el del Barcelona representan dos conceptos del juego que en ocasiones chocó sobre el césped del Coliseum Alfonso Pérez. Damián, lateral derecho, es un fijo para el técnico José Bordalás que marca el paso en la defensa de uno de los equipos menos goleados de Europa en 2018.
Sólo el Juventus y el Atlético de Madrid recibieron menos tantos que el Getafe el año pasado. Y parte de culpa la tuvo Damián Suárez, un defensa que siempre cumple y que no se acobarda ante ningún jugador. Da igual su nivel. Damián no tiene miedo a nadie.
En el otro lado, Luis Suárez tiene la palabra gol tatuada en su cuerpo. Pero, además, posee un fuerte carácter sobre el césped que en algún momento se iba a cruzar con la combatividad de Damián, un legionario casi irreductible.
Con el partido igualado, el primero en poner su firma fue Luis Suárez, que en el minuto 36 dejó su marca a Damián. Con 0-1 en el marcador, el jugador del Barcelona hizo falta a su compatriota justo antes de marcar el 0-2 con un disparo desde fuera del área espectacular.
El defensa del cuadro azulón devolvió la falta al delantero del Barcelona a los dos minutos de la reanudación. Tuvo que incumplir el reglamento para igualar las estadísticas con Luis Suárez, que al final se llevó la peor tarascada de otro uruguayo que no esperaba: Leandro Cabrera.
El central del conjunto madrileño apareció de la nada para ganarse una tarjeta amarilla a falta de 22 minutos. Cuando el duelo uruguayo estaba centrado en los Suárez, Cabrera subió un escalón la tensión con una patada sobre el jugador del Barcelona que podría haber sido tarjeta roja perfectamente.
Al final, Luis Suárez se llevó el premio para los uruguayos que jugaron sobre el césped del Coliseum Alfonso Pérez. Él sólo pudo con todos. Damián Suárez, Leandro Cabrera y Mauro Arambarri no consiguieron frenar a un hombre fogueado en mil batallas que, con un golazo, dio la victoria al Barcelona. Al final, el duelo de los Suárez fue para Luis.