Real Madrid y Barça abrazan el cholismo cuando hace falta: Ancelotti lo valora y Xavi se avergüenza
El Real Madrid cuajó un partido de aguante, paciencia, resiliencia y otras muchas cualidades que, puestas todas juntas y si hablamos de fútbol, desembocan en un mismo concepto: cholismo. Cholista es que el equipo de Ancelotti saliera metido atrás a soportar el embate de la marea (marejadilla) del Chelsea. La tuvieron los de Lampard en la mejor del partido, con Cucurella solo delante de Courtois, suponiendo que delante de Courtois se pueda decir de un delantero que está solo. El belga ocupó la superficie completa de la portería y no hubo manera de hacer entrar la pelota. Era para haber mandado el partido al descanso con un toque de picante. Pero no fue picante sino aceite balsámico con lo que aliñaron los blancos el encuentro en el segundo tiempo. Dos goles de Rodrygo.
Ancelotti, tras el partido, reconoció que la primera parte sufrieron, se encomendaron a Courtois y se defendieron muy bien. “Nosotros marcamos la diferencia cuando hay compromiso colectivo defensivo”. Con estas palabras definió el italiano el estilo y la clave del éxito del Real Madrid. Una definición que podría haber salido de la boca del Cholo, no importa cuando la leas. No se avergüenza Carletto de reconocer que, cuando hace falte, apretar filas, defender bien y tener el “culo abajo”, que dirían en el basket, es un valor esencial de cualquier equipo.
Carletto valora el cholismo; Xavi se avergüenza
Frente al Barça, el debate viene de lejos entre el entrenador argentino del Atlético de Madrid y Xavi Hernández, quien llegó a decir que el Camp Nou jamás toleraría jugar así, en bloque bajo y metido atrás en la búsqueda del uno a cero. Un resultado, 0-1, que cosecharon los azulgranas en el Bernabéu el pasado 2 de marzo en la ida de las semifinales de Copa. ¿Cómo? Adivinen. Marcando pronto y metiendo atrás al equipo. A sufrir. A resistir. A “defender con compromiso colectivo”, que diría el bueno de Ancelotti. Se llevaron ese partido. A la vuelta, en el Camp Nou, con alegría, con un despliegue anchísimo de Gavi y Raphinha, buscando el estilo que le gusta a Xavi, al Barça le cayeron cuatro porque el Madrid tuvo más electricidad en los duelos y más acierto de cara a portería. No necesitaba Xavi ir a degüello a por ese partido. Tenía la eliminatoria de cara y podía administrar el tiempo y el esfuerzo. Igual que no necesitaba abrir el partido en Londres Ancelotti y cuando vio la actitud (no les quedaba otra) del Chelsea, optó por no convertir el partido en un correcalles y esperar atrás a tener una buena contra. Cholismo. Tal vez sólo para casos de emergencia. Pero qué necesario es saber activar esa alarma.