Una derrota muy del Atleti que deja cinco señalados muy duros: no dan el nivel
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El uno por uno del Atlético de Madrid en el Martínez Valero, sólo cuatro aprobados y duros señalados
Corría el minuto 90' cuando Nahuel Molina puso un gran centro al segundo palo. Allí apareció Álvaro Morata, con todo a favor para empujar la cabeza al fondo de la red y hacer, al menos, un 1-1 ante el Elche que certificase otra clasificación para la Champions. El final se lo pueden imaginar: no hubo gol, no hubo empate, no hubo nada. El Atleti cayó ante el Elche CF, un colista ya descendido, en un partido que deja muchos señalados.
Morata el primero, el más llamativo. Hace un par de años, Luis Suárez tuvo un mano a mano ante Masip en el José Zorrilla que hizo al Atlético campeón. Uno parece tener claro que de haber sido Álvaro el delantero de aquel curso no es que no hubiera habido alirón, sino que probablemente ni siquiera tendría nada en juego aquel equipo en aquella jornada 38. Como ahora, vamos.
Un Atleti con muchos lesionados
Porque Morata, que lleva 13 goles y es el máximo realizador del equipo, es una máquina de fallar goles cantados. No de ahora, sino de siempre. Dos clarísimas tuvo en el Martínez Valero: un mano a mano en el que remató al centro y el mencionado cabezazo a bocajarro del 90'. Las dos erradas, a cuál peor. Del tema de vivir en fuera de juego mejor no hablar.
Ya hemos visto al Atleti perder más de una vez, sobre todo en sus mejores rachas, perder contra el último clasificado o contra equipos ya descendidos. ¿Quién no recuerda tantos y tantos partidos ante el Levante?
En cualquier caso, no fue el mencionado Morata el único señalado en el duelo ante el colista, ni mucho menos. Porque Grbic tuvo un error que regaló un partido, y eso es mucho a este nivel. Porque Witsel, que va a renovar automáticamente con 34 años, se convierte en un caracol en cada jugada a campo abierto. Y porque Lemar hizo su partido habitual, quedando muy lejos aquellos 72 millones que tanto prometían.
También jugó media hora Reguilón. Ay, Reguilón. ¿Quién pensaba que un fichaje así podía salir mal?