Baha: "La Rosaleda es como el Camp Nou, pero sin césped"
El Málaga vuelve a jugar en casa. El unánime y ferviente deseo de victoria convive con las miradas al banquillo para vigilar cada movimiento de Muñiz, a los delanteros, que cada vez sufren más para ver puerta, y al palco, donde Fernando Sanz volverá a sufrir con su equipo y tomará o no decisiones en función del resultado. Pero también habrá muchas miradas dirigidas a la hierba, el otro calvario que soporta a diario esta plantilla. "La Rosaleda es como el Camp Nou... pero sin césped". Así se descolgó ayer Nabil Baha. El césped de Martiricos sigue siendo un completo desastre.
Y ese es otro hándicap contra el que debe competir cada día el equipo. El otro, obviamente, es la falta de puntos y victorias. Una semana más, parece que ha llegado el momento de acabar con la sequía. "Es el último partido del año y tenemos que irnos de vacaciones con tres puntos más y acercándonos a los equipos que están más arriba. La comodidad clasificatoria del Mallorca nos puede venir bien, pero ellos querrán amarrar cuanto antes la permanencia. Va a ser un partido difícil", asegura Baha.
El marroquí, pese a los 15 partidos consecutivos que lleva sin ganar el Málaga, mantiene el discurso optimista: "No me preocupa el Mallorca ni ningún equipo. Nadie ha sido superior a nosotros, lo que nos pasa es que no llegan los resultados. Aunque no se puede decir que todo es por mala suere. Marcamos goles, pero también los encajamos. Hay que darle la vuelta a esta mala racha"
Baha se toma con indiferencia el hecho de que el club esté forzando la máquina para reforzar el ataque: "Que busquen al que quieran, me da igual. No tengo nada que opinar sobre fichajes".
