(3-0) No se puede hacer peor
At. Osasuna | 3 | 0 | Málaga C.F. |
Málaga C.F.: Galatto; Gámez, Kris, Weligton, Manu Torres (Mtiliga, min.26); Juanito, Sandro Silva (Sebas Fernández, min.46), Fernando; Eliseu, Baha (Edinho, min.61) y Quincy.
1-0, minuto 2. Nekounam (p.).
2-0, minuto 37. Masoud.
3-0, minuto 56. Aranda.
La tarde se convirtió en calvario desde el minuto 2. Fue entonces cuando el colegiado vio el agarrón de Manu Torres en la frontera del área y señaló la pena máxima en contra del Málaga. Lo primero que hay que preguntarse es qué hacía el canterano en el once y qué mensaje pretendía mandar Jesualdo al volver a esconderlo en el banquillo en el minuto 26 para sacar a Mtiliga. El siguiente en abandonar el terreno de juego fue Sandro Silva, otra de las variantes introducidas de salida por el entrenador portugués, preso de su obsesión con un sistema que, ¡está demostrado!, no siempre vale.
Aunque claro, para aquel entonces, el marcador ya era de 2-0. Masoud fue el encargado de fusilar a Galatto (que antes evitó el tanto de Juanfran) tras una jugada a la que los malaguistas asistieron en plan espectador con camisa de fuerza. Sin levantarse de la butaca, los defensas blanquiazules dejaron que Aranda se la dejase a Monreal, éste bombease el esférico por encima de todo el área y Juanfran se la dejase al iraní. Un rondito.
Si el Málaga estaba acostumbrado a que le hiciesen ocasiones y hasta goles a cambio de volar libre en ataque, esta vez no hubo noticias de los de Ferreira en el otro lado. No combinó, ni siquiera pudo lanzarle una piedra para la carrera de Quincy. Osasuna estaba prevenido y no dejó ni un hueco. El Málaga, acostumbrado a la solución fácil, no tenía en esta ocasión al tanque Rondón arriba ni un plan B. Baha, frío, pasó desapercibido y Eliseu, que volvía, no hizo nada.
Entre el desconcierto absoluto, el Málaga encajó el tercero a la salida de un córner que terminó sin oposición en el área chica a los pies de Aranda. Era uno de los 7 tiros a puerta finales de Osasuna. Su total fue de 15. El Málaga no tiró ni una vez entre los tres palos. Fuera lanzó cinco. Lo peor para el conjunto de Jesualdo no fue la primera derrota en el primer encuentro de los de "su liga", sino que ha llegado sin ninguna oposición. Ni siquiera ha podido confirmar su supueto sello de equipo ofensivo. Y sólo queda el desastre.