Apoño, va por su hija
La estampa en los instantes previos al lanzamiento del penalti fue, cuanto menos, curiosa. Había cola para ejecutar la pena máxima. Ruud Van Nistelrooy es quien los lanza si está en el campo, pero Apoño cogió la bola y se armó de valor. No falló el palmillero, que lo celebró con un manotazo de rabia al banderín y con mucha energía. Después rompió su silencio impuesto por el club para decir que tiró “porque estaba en el campo, tenía ganas de marcar un gol y dedicárselo a mi hija, que todavía no lo había hecho. Gracias a Dios pude meterlo".
Sorprendió la celebración del tanto. Sólo Joaquín, Gámez y Van Nistelrooy se acercaron a felicitarlo. Apoño esquivó polémica alguna: “Si lo marca otro compañero estaría igual de contento, lo importante es ganar partidos porque veníamos de una racha muy mala”. Y es que era un partido para ganar sí o sí, “aunque fuese jugando mal. La UEFA se hubiera quedado muy lejos. Ahora nos metemos de lleno y la semana que viene a ganarle al Betis”.
El centrocampista blanquiazul también habló, poco, de la polémica que lo tuvo varios partidos fuera de la rueda. Pero habló. “La gente me ha juzgado por cosas que no han sido verdades y el tiempo pone las cosas en su sitio. Cada uno verá que no soy tan mala persona y que no me peleo con los compañeros. Lo mejor es jugar y ayudar al equipo. Lo importante es que el club esté lo más alto posible. Yo entreno para jugar, el míster pone a quien cree y yo estoy aquí para cuando me toque darlo todo”, sentenció.
