Lugano ante el maleficio del ‘4’
Diego Lugano será el cuatro del Málaga. Tampoco ha tenido mucho donde elegir. Su ‘2’ de Uruguay es propiedad de Gámez; el ‘5’ que lució en el Sao Paulo, de Demichelis; y el ‘15’ que traía del PSG lo viste Monreal.
Sólo quedaban libres el ‘4’, el 14’ y el ‘25’, y la ‘Tota’ se ha decantado por el que históricamente ha solido caracterizar más a los centrales. Sin embargo, no es el dorsal número cuatro uno que haya funcionado demasiado bien en el Málaga en los últimos años. Lugano se enfrenta a un maleficio que dura varias temporadas. Los jugadores que lo han llevado a la espalda no han tenido demasiada continuidad ni en el equipo ni en el club y en varias fases el ‘4’ ha estado vacante.
La excepción en los últimos años es Litos, que lo tuvo durante cinco temporadas (2001-2006), aunque el portugués, sobrio central, no lo sudó tampoco en demasía. Antes que él lo vistió curiosamente otro defensa uruguayo, Martín Rivas, que pasó sin pena ni gloria por la Rosaleda. Después de Litos llegó César Navas, que fue baja esa misma campaña (06/07), y más tarde Jon Erice, Ibán Cuadrado, Manu Torres y Kris, que lo dejó libre el invierno pasado cuando se marchó al Copenhague. Todos ellos cumplieron en su etapa blanquiazul, pero no llegaron a triunfar. Ahora Lugano quiere romper ese simbólico maleficio.
