20 puntos a la basura, otra vez (75-76)

El Unicaja cayó en la prórroga ante el CSKA de Moscú por 75-76. Ya no puede ser segundo de su grupo en esta Euroliga y queda despejar si terminará tercero o cuarto. El partido, para quien no tenga sentimientos de por medio, tuvo todos los ingredientes que hacen tan bello el baloncesto.

Pero a los seguidores malagueños eso difícilmente les va a consolar. Porque el Unicaja llegó a ir ganando por 20 puntos, como en Limoges. Y de nuevo se le fundió la bombilla. Tanto a gran parte de los jugadores como a Joan Plaza.
Golubovic o Avydas Golubovic como apuntó alguien con guasa, cuajó un primer cuarto sin el que es imposible entender el partido. 19 de valoración (8 puntos, 8 rebotes, 3 faltas recibidas y 2 asistencias) en ocho minutos y medio.
Para estos partidos está el pívot, para cuando toca medirse con los grandes, con equipos poderosos con cincos aún más poderosos. El examen lo pasó con nota.
El Unicaja estaba siendo intenso, aunque también ayudaba que el CSKA estuviese teniendo un porcentaje de tiro paupérrimo, fuera de lo natural.
El segundo cuarto lo marcaron los triples del equipo verde, que no había anotado ninguno en el primer parcial. Dos de Vasileiadis y otros de Súarez y Green. Además aderezó sus minutos con alguna buena penetración de Granger y, sobre todo, una canasta con tiro adicional de Will Thomas que puso en pie al pabellón. Un 43-27 que sabía bien, pero que visto lo ocurrido ante Alba y Limoges no se podía considerar definitivo. Y menos teniendo en frente al CSKA.
Efectivamente, porque si bien la segunda parte comenzó con el Unicaja aumentando su ventaja, que llegó hasta los 20 puntos (51-31), el CSKA despertó de su letargo.
Lo hizo desde la defensa, feroz, dejando al equipo de Plaza sin espacios ni ideas. Además, resucitó Weems, que había estado muy discreto para clavar dos triples que eran veneno puro.
Con 56-49 tocaba un cuarto final que dibujaba otro partido. Nada que ver con lo vivido anteriormente. Martilleó desde el perímetro Markoishvili, siguiendo la estela trazada por Weems, con dos triples.
El avance del CSKA parecía imparable. Un 2-21 de parcial entre el final de un cuarto y el inicio del otro y su primera ventaja del partido con De Colo logrando un dos más uno (58-60).
Sin embargo, aunque Plaza y sus jugadores seguían con la persiana bajada, hubo arrestos para competir de tú a tú. Granger puso al Unicaja con cuatro de ventaja (66-62) pero el CSKA igualó el marcador y hasta tuvo una última (y forzada) posesión para ganar. Pero tocaba prórroga.
Y tuvo los ingredientes de partido grande, con emociones, con decisiones extrañas (ahí entran entrenadores, jugadores y árbitros) y con un balón al aire sobre la bocina de Suárez que no entró. El partido lo tuvo muy poco antes el Unicaja en las manos de Granger, que falló dos tiros libres con 75-73 que habrían sido definitivos.