La mano de Kuzminskas, la mano de Nedovic, la mano de Smith, la mano de Plaza

Ganar en Tel Aviv es algo al alcance de muy pocos. Hacerlo del modo que lo ha hecho el Unicaja, palabras mayores. El primer responsable es Joan Plaza. Ya no solamente por el marcador (82-93), que puede ser a la larga muy importante. Es prestigio, es aviso. Es sumar, es asustar. La máquina verde, con el imperial Kuzminskas, está llena de autómatas que igual juegan ante el Fuenla que ante el Maccabi sin pestañear. Smith, Nedovic, Hendrix, Thomas, Markovic...

La Mano de Elías comenzó a ver pronto la mano de Smith, que puso por delante al Unicaja con un triple y que se pasaría mandando casi toda la primera mitad en el marcador. Los de Plaza entraron muy bien en el partido, porque además del escolta, Kuzminskas seguía a lo suyo y la conexión Thomas-Hendrix era fruuctífera. 7-17 y 11-21 fueron ventajas del conjunto verde, que sin embargo dejó que el partido se pusiese en modo verbena defensiva.
El Maccabi no anda en su mejor momento, eso es verdad, pero si le das vida... Farmar y Landesberg comenzaron a anotar con asiduidad y el cuarto terminó con 21-24, pero lo peor es que se convirtió en tendencia. Plaza estaba con la segunda unidad y tomó aire con dos triples de Nedovic seguidos (25-30), sin embargo pronto regresó al banquillo estando hasta Alberto Díaz por delante del serbio en la rotación.
Maccabi anotaba con cierta facilidad por dentro. Rochestie ya estaba secundando a Farmar y Mbakwe iba martilleando poco a poco a los pívots cajistas. Smith y Kuzminskas regresaron a la cancha para goce de los espectadores. Los israleitas lograron su primer empate (38-38) desde el inicio y luego su primera ventaja (47-45 tras dos tiros libres de Mbakwe).
Unicaja debió marcharse con ventaja al descanso, pero los árbitros en estas canchas suelen ser caseros. Mucho poder en Israel... Así que el mate de Kuzminskas dejó el marcador en 47-47 y la falta sufrida cayó en el olvido. A pesar de lo entretenido, a los de Plaza no les terminaba de quedar bien ese traje de intercambio de canastas.
Regresó a muy buen nivel el Unicaja, de nuevo con sus mejores hombres en pista. Kuzminskas, Smith y Hendrix condujeron la nave y lograron una pequeña ventaja (58-64). Aunque lo verdaderamente importante es que el equipo verde estaba apretando atrás y mucho. Cada vez le costaba más al Maccabi ver canasta.
El 63-68 con el que se llegó al último periodo mantenía en tensión al Unicaja. Plaza tenía un plan con nombre y apellidos: Nemanja Nedovic. El serbio ya había avisado en sus minutitos anteriores y terminó de confirmar que es un anotador compulsivo. 13 puntos en poco más de diez minutos sobre el parqué. Pero tenía que seguir madurando el partido Unicaja.
Cuando quedaban menos de cuatro minutos, Plaza sacó al final batallón. Muchos nos preguntábamos cómo era posible que Kuzminskas apenas hubiese jugado 17 minutos. Pero fue entrar y dinamitar el duelo. Triple, canasta, tapón. Un mantra que se repite partido tras partido. 23 puntos para él. Fácil. Mención también para Smith, que sumó 17.
Toca reparar también en Richard Hendrix, que además de meter 12 puntos, cogió seis rebotes y dio seis asistencias, demostrando que tiene una visión de juego escandalosa. Eso sí, más allá de nombres, esta victoria es de hombres, de soldados, de gente que sabe lo que quiere.