Darío: "Me fui de juerga la noche antes de marcarle al Sevilla en un 3-2"

Antes de un Sevilla-Málaga, qué mejor protagonista que Debray Darío Silva Pereira (Treintaytres, 1972). El ariete uruguayo pasó por los micrófonos de la Cadena SER para dialogar sobre el duelo y no tuvo desperdicio. Díscolo y entrañable a la vez, hubo quien no le perdonó en Málaga que se fuera al gran rival capitalino. Pero él sigue mostrando su cariño al Málaga. Ya estuvo el pasado verano acompañando al equipo en la estación uruguaya en su gira sudamericana. Darío jugó cuatro temporadas en el Málaga (1999-2003) y dos en el Sevilla (2003-2005).

En esa dualidad, Darío se pone la blanquiazul tras pensárselo mucho cuando se le preguntó con quién iba en el duelo del sábado. "Tengo el corazón dividido. pero prefiero que gane el Málaga, le ayuda más. El Sevilla ganó bastante en los últimos años y el Málaga necesita vitorias. Que salga un partido bueno y que gane el Málaga, que lo necesita más", decía el ariete desde su localidad natal, Treintaytres, a 300 kilómetros de Montevideo. "Ahora no hago nada, tengo cero estrés, vivir el día a día y a cuidar a mi hija. Estoy bastante viejo y más gordo", bromea cuando se le cuestiona por su empleo actual. Eso sí, ejerce de representante y dice que espera que Dely Valdés sea un día el entrenador del Málaga: "Gracia lo hace bien, pero si hace falta ahí está Dely. No me alejo de fútbol, el europeo es buen fútbol, al uruguayo y al argentino lo sigo menos".
"El Málaga ha cambiado la racha y ha ido mejorando y ahora tiene a un paisano, el Chory", recuerda Darío, que tiene buenas palabras para el último refuerzo malaguista: "Es un buen jugador, en Mallorca y Real Sociedad lo hizo muy bien. Puede ser un jugador muy importante para el Málaga, es un buen aporte. Está bien físicamente y va a ayudar, seguro".
Darío dice que "de Málaga me llevé todo. Con la directiva es verdad que no tuve una buena conexión, pero entre jugadores, cuerpo técnico y afición estuvo muy bien. Sigo en contacto con muchos. Desde que me fui ya no volví a Málaga, espero volver algún día. Menos con Peiró, que sé que está mayor, mantengo contacto con todos los demás. Tenemos un grupo de whatsapp y estamos al día con todos", recuerda el charrúa, que de Sevilla se llevó su amistad con José María del Nido: "Me llenó más que nada la directiva del Sevilla. Tuve un segundo amigo, que era Del Nido. Era mi presidente y mi amigo. Con la afición hubo de todo. Jugamos la UEFA después de muchos años".
El uruguayo recuerda que le gustaba jugar este tipo de partidos. "La afición en casa siempre es importante, pero a mí me gustaba más jugar fuera, me sentía mejor con la gente en contra. Me gustaba, por ejemplo, jugar en Pamplona, el sitio más. Estaba muy cerca la gente y me decían de todo. Ahí estaban todos en contra mí", dice antes de contar una anécdota que refleja su personalidad. Se le preguntó por si le recordaba Amrabat por su estilo de juego y esto respondió "Si no sale por la noche no será como yo (risas). Antes de un Málaga-Sevilla, yo sabía no iba a jugar y me escapé del hotel en Guadalmar para salir. Volví a las 6 de la mañana y estaba Dely Valdés con fiebre y no podía jugar, así que me tocó salir de titular. Y yo con dos horas de sueño. Ganamos 3-2 y a los 15 minutos yo había marcado ya un gol. Demostré cómo eran los jugadores que salían por la noche...".