El 'Profe' Ortega fracasó en el Málaga

Su nombre es Óscar Ezequiel Ortega, en el mundo del fútbol es conocido como el Profe. A día de hoy necesita poca presentación. Para algunos es la pieza clave del Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone. Una institución, una referencia. Sin embargo tiene un lunar importantísimo en su carrera. Precisamente en La Rosaleda, estadio que visita como rival este sábado y que fue su casa hace más de una década.

Era la temporada 2004-05 y el Málaga firmó a Gregorio Manzano como entrenador tras el adiós de Juande Ramos. El jiennense tenía máxima confianza en el uruguayo, que llevaba la preparación física y el peso del día a día, siendo el auténtico entrenador de facto del equipo blanquiazul.
Esta etapa fue muy corta puesto que Manzano y todo su cuerpo técnico fue despedido en enero de 2005 cuando el equipo parecía estar casi condenado al descenso (algo que se evitó con la llegada de Antonio Tapia). Pero antes del estallido final, en la plantilla había cierto hartazgo por el método empleado por Ortega, que no sólo se dedicaba a su trabajo sino que también se metía en cuestiones técnicas.
Los jugadores no querían a Ortega al que culpaban de las numerosas lesiones musculares que se iban produciendo a lo largo de esos meses, algo que no parecía fruto del azar sino que entendían era consecuencia directa de la dura preparación física. Las manifestaciones casi siempre se produjeron en privado, creando un entorno un tanto contaminado.
Fue el peor momento de la carrera de Ortega y, posiblemente, uno de los peores de Manzano. El día en que se produjo su destitución fueron diversos los medios -sobre todo gráficos- que se acercaron al Hotel Guadalmar, donde se encontraban el técnico, Ortega y Gonzalo Hurtado (ayudante de Manzano). "Respeten nuestro dolor", vociferó el preparador físico.
De tocar suelo en Málaga a tomar un impulso que le catapultó a la fama cuando Diego Simeone se cruzó en su camino para ir juntos de la mano en Argentina y España. Siempre con éxito.