Todo acabó en lágrimas
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Lo que se vivió este sábado en el Campo de la Federación fue un auténtico drama. Al Atlético Malagueño le tocó vivir la cara más cruel del fútbol en la vuelta del play off ante el Adarve, un partido que sin duda quedará en la retina de los protagonistas para siempre. Cuando el filial blanquiazul ya casi celebraba el ansiado ascenso a Segunda B, en el minuto 94, la mala fortuna quiso que Luis Muñoz, el líder del equipo durante todo el partido, se marcara en propia puerta y colocara el 4-2 en el marcador.
Los de Ruano se vinieron abajo completamente, y pese a que quedaban tres minutos por delante y un gol valía para subir, el mazazo fue tremendo. Hablamos de jugadores de unos 19-20 años en su mayoría, sin apenas experiencia, y un palo así es muy difícil de digerir.
Y así se comprobó una vez que el árbitro pitó el final. Todos los futbolistas del Malagueño se derrumbaron, estaban hundidos. Se pudo ver a Kuki llorando desconsoladamente, a Aarón... Un equipo que estuvo a escasos 180 segundos de tocar el cielo y que sin embargo acabó por los suelos, abatido...