¡Sí, se pudo!
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VÍDEO. Así fue el recibimiento al autobús del equipo
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Hasta Ziganda acabó impresionado: “Han tenido un gran ambiente externo”
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El Málaga resucitó cuando peor estaba. Cuando menos pulso tenía, cuando los catastrofistas más se regocijaban. Lo hizo en el peor momento, quién sabe si para quedarse para siempre en esta temporada, pero al menos para darse un empujón de autoestima y confianza, que buena falta hacía. Gran parte de culpa, cuestiones futbolísticas a un lado, la tuvo La Rosaleda en general y la Grada de Animación en particular. ‘Levántate Málaga’, titulaba la publicación oficial La Bombonera en su ejemplar de hoy. Se levantó, sí, y lo hizo de la mano de su afición.
En una cita en la que el malaguismo marcó el primer gol en un recibimiento espectacular al autobús del equipo, La Rosaleda respiró un gran ambiente. La Grada de Animación se engalanó con el tifo ‘Colores Blanquiazules’ y muchas banderas y colorido. Y Martiricos fue más blanquiazul que nunca. Con 23.425 espectadores animando sin cesar. Pero fue en los peores momentos, en los momentos de hombros caídos, cuando la grada más empujó. Con 1-3 no se dejó de animar, de cantar el himno, de entonar versiones de canciones antiguas rescatadas para la ocasión, y el equipo, que ya estaba con uno menos por la expulsión de Kuzmanovic, creyó, sobre todo tras el 2-3 de Baysse y gracias al tesón, sobre todo, de Recio y Rolan.
“¡Sí, se puede!”, gritaba La Rosaleda sin cesar. Una Rosaleda que para entonces ya había dejado atrás las críticas personalizadas a Adrián. El '8' blanquiazul se llevó un 'Boyko' en toda regla y fue foco de pitos durante un buen trozo de partido desde ciertos sectores del estadio. También se callaron los seguidores vascos, que a veces presumen de señoriales, pero que buscaron el sarcasmo en algunos de sus cánticos con 1-3 y se encontraron luego con la horna de su zapato. Porque en el fútbol nunca se puede cantar victoria hasta el final. Ni enterrar a nadie. Este Málaga hoy lo da demostrado. Adelante, Málaga.
¡Sí, se pudo!