Cambio de chip, llega la Copa

Sin tiempo para muchos lamentos, toca cambiarse de traje y remangarse. Llega la Copa del Rey, sueño y castigo a la vez para tantos equipos. Para el Málaga todavía no se sabe lo que es. ¿Por qué? Porque es verdad que puede resultar molesta para un conjunto que lleva un punto de 27 posibles y se ve incapaz de ganar a nadie. Además, es un entretenimiento que desvía la atención de lo que verdaderamente importa, el duelo del domingo contra el Celta de Vigo.

Pero también es verdad que no en pocas ocasiones sirve de bálsamo para aliviar tensiones y recuperar algo de moral. Y así lo quiere afrontar el Málaga de Míchel, como una pequeña prueba con fuego real para coger carrerilla y plantarse ante el Celta con más brío. Eso sí, todo el mundo sabe de lo complejo que resulta medirse a los sorianos en Los Pajaritos.
Al margen del cambio de chip mental (hay que saber qué se quiere hacer en la Copa y tener en cuenta que luego habrá una vuelta en La Rosaleda), la de Copa también es una cita donde muchos jugadores quieren o tienen la opción de reivindicarse. Los que menos minutos tienen y los canteranos suelen encontrar en las noches coperas su ansiada oportunidad. Eso sí, no puede olvidar el Málaga que viene de ser eliminado por equipos de Segunda los últimos dos años.