Romaric y Karahodzic, cara y cruz

El Unicaja Baloncesto vigila el rendimiento de sus jugadores cedidos en la LEB Oro. A medio plaza pueden integrar la primera plantilla jugadores por los que se apostó en su momento y que no han tenido impacto inmediato en el primer equipo. Pero que siguen bajo la disciplina del club y a los que se estudia.

Ha viajado en un par de ocasiones esta temporada Carlos Jiménez, secretario técnico, a ver in situ a Romaric Belemene y Kenan Karahodzic. Ambos fueron cedidos al Unión Financiera Oviedo, que dirige el que fuera base internacional Carles Marco, compañero de selección de Jiménez. Romaric y Karahodzic fueron apuestas del club en esa maravillosa generación que lideraban Domas Sabonis y Francis Alonso. Los cuatro formaban parte de un gran equipo cadete y junior.
La cesión de Karahodzic al Partizan de Belgrado la pasada temporada resultó poco fructuosa aunque en principio pareciera acertada. Tampoco fue óptima, aunque sí algo mejor, la de Romaric al ICL Manresa en la Liga Endesa. Se decidió dar un paso atrás para coger impulso en la LEB. Y el resultado está siendo diferente.
Romaric es una de las sensaciones en la categoría. Con 20 años y un físico descomunal, el alero ha ido puliendo su tiro hasta firmar un 47% en triples actualmente. Promedia 11 puntos, 4.8 rebotes, 0.9 robos y 0.9 asistencias para 12.3 de valoración. Ha completado algunas jugadas espectaculares y su margen de mejora es muy alto.
La otra cara es Karahodzic. Cuando lo vio, Plaza consideró que era un jugador de alto potencial. Pero no ha acabado de apostar por él y tampoco ha dado motivos fuera para que se considerara un error. Apenas juega 9 minutos por partido, con 3.4 puntos, 1.5 rebotes y 1.6 de valoración de media. El bosnio sufrió el año pasado una peliaguda lesión en un ojo que le tuvo tiempo parado. Ello y la medicación hicieron que cogiera peso. Perdió confianza y le está costando recuperarla.