Así fue el íntimo homenaje a Andrés Perales

Andrés Perales, uno de los ejes del Málaga en las últimas décadas, ha recibido esta mañana en La Rosaleda un sentido e íntimo homenaje. Ha sido justo en su casa, en las entrañas del estadio de Martiricos, donde reside desde siempre. Hace algún tiempo se determinó que aquella puerta que da acceso al parking del estadio y por la que se genera todo el movimiento rutinario, llevase su nombre. Era la ‘19’, pero la renumeración de las puertas este verano la convirtió en la ‘18’. Era un buen motivo para brindarle otro aplauso cariñoso a Andrés, que fue conductor de la Flecha Azul, delegado de campo y conserje, entre otras mil labores en el club.

Ha sido Basti, que ya ejerce casi como un consejero más, el maestro de ceremonias, con especial énfasis en la figura de la mujer de Andrés, Antonia, fallecida hace unos años y también con una vida entregada al Málaga en toda su extensión (vídeo superior). Pero fue, como decíamos, algo sencillo, con la familia Perales (una de sus hijas, Conchi, leyó un discurso en nombre de todos los hermanos y del propio padre), los consejeros del club, la asociación de veteranos, empleados de las oficinas de Martiricos, pequeños accionistas… Los justos para brindarle a Andrés Perales un nuevo y merecido homenaje.