De veterano a canteranos

Pocos jugadores pueden hablar con más propiedad que Adrián González de lo que es ser canterano. Curtido en uno de los clubes más exigentes del mundo, con el asterisco del apellido paterno, Adrián conoce en carne propia gozos y sombras de lo que es ser un joven que sueña con llegar al primer equipo en el club de sus sueños. Por eso, celebra la llegada de los canteranos de la Academia del Málaga, pero les advierte de que no todo es rosa.

"Eran chicos que ya conocíamos del año pasado, que pasaban mucho tiempo con nosotros en los entrenamientos. Más Hicham que Harper. Son chicos que desde el primer momento han cogido al vuelo lo que pedía el míster, las exigencias del entrenador y desde pretemporada se han ganado su sitio", asevera Adrián en rueda de prensa sobre los canteranos que más minutos acumulan.

El marroquí y el escocés de Fuengirola gustan a Adrián, del que N'Diaye decía que es "un líder" en el vestuario. "No me sorprende. Han hecho su trabajo, lo han hecho bien, se han ganado el puesto, el entrenador les ha dado confianza y ellos han respondido. A pesar de que tengan número del filial, para nosotros son uno más del primer equipo y se les va a exigir como tal porque se han ganado el derecho".

Igual que llega una zanahoria, también hay una advertencia de que lo que llega ahora es, si cabe, más complicado para los jóvenes. "Una vez ahí las exigencias son igual para todos. Tienen que tener claro que esto no es un sprint, que es un largo camino, donde ellos también tienen que conseguir esa regularidad y que dentro de esa exigencia por tener una participación tan alta con nosotros no siempre van a tener la cara tan buena como ahora, vendrán momentos duros  y tendrán que estar mucho más preparados de lo que ellos piensan que están. Para eso estamos nosotros, para ayudar en esos momentos. Podrán apoyarse en nosotros y ayudarle para que estén preparados", concluía Adrián su análisis sobre el papel académico en la plantilla.