"Queremos que La Rosaleda sea un fortín y que haya menos crispación"

El entrenador del Málaga, Juan Ramón Muñiz, quiso mandar un mensaje claro y directo este viernes en rueda de prensa. Si el equipo malagueño quiere subir a Primera, debe lograrlo con el apoyo de su afición, consiguiendo que La Rosaleda sea un fortín. Aprovechó para hacer el enésimo llamamiento al malaguismo, pidiendo que se valore el trabajo de su equipo, lo logrado hasta el momento, y que no decaiga en los momentos de dificultad, que es cuando los jugadores más necesitan ese aliento (el audio de su rueda de prensa completa, aquí).

"Necesitamos de todo el mundo. Lo tenemos al alcance, al principio nadie daba un duro por nosotros. Se ha parado una caída muy dura. ¿Por qué no empezamos a construir y ponemos ladrillos más sólidos? Buscamos cosas donde no las hay.  Trabajo, honradez, compromiso. El equipo lo tiene. Nadie va a escatimar esfuerzos. Queremos que nos saque de apuros La Rosaleda. Estamos mucho más cerca que antes. 44 puntos y estamos 24 partidos más cerca que antes. En otras ciudades la gente lleva en volandas al equipo. Queremos que La Rosaleda sea un campo que intimide y el equipo vuele. Jugamos mejor con animación que con crispación. No hay que crisparse cuando el rival juega cerca de tu área", dijo.

Muñiz se mostró dolido por ver el abatimiento de sus jugadores tras empatar ante el Almería: “Esto es de todos, no sólo de los empleados, hemos superado momentos muy difíciles y estamos en una situación privilegiada. No quiero que el jugador se vaya frustrado por lo que pueda oír o leer. Si llegamos a marcar el 2-0 (ante el Almería) hablamos del mejor partido de la temporada, con ese 2-0 hubiese sido el partido perfecto, pero llegan los minutos finales y llega el miedo a perder esos puntos, y no se puede tener. Cuando tengo en mis manos hacer algo que hago habitualmente como es jugar al fútbol, no debo tener miedo, igual que no deben irse decepcionados cuando hacen un trabajo bueno, con sensación de fracaso cuando van primero en la clasificación. Entré al vestuario tras el partido y tuve que preguntar si era verdad que éramos líderes en la clasificación”.

"Entré al vestuario tras el partido ante el Almería y tuve que preguntar si era verdad que éramos líderes en la clasificación"

El técnico también se quejó del ambiente que se vivió en los minutos finales del choque ante los almerienses, pidiendo a la grada que, cuando al equipo le vengan mal dadas, empuje a los suyos más que nunca. “Quiero que los jugadores se encuentren cómodos jugando, con el ambiente bueno se vienen arriba, cuando hay runrún ganando y quedando cinco minutos… Hay más optimismo en equipos que están en mitad de tabla. Estábamos 1-0 con un resultado que nos ponía líderes y había un ambiente difícil. Hay que tener ese apoyo para superar esos momentos y por eso llamo a la afición. El equipo hizo muchas cosas para poder ganar el partido ante el Almería, pero el rival también juega. Cuando te dominan tienes que ser bueno en defensa y cuando dominas debes ser bueno en ataque, hay que saber competir en todas las situaciones”, señaló Muñiz.

Pide apoyo

El técnico sacó pecho de lo logrado por sus hombres, a los que mostró su reconocimiento por cómo están rindiendo durante toda la temporada: “Llevan 24 jornadas entre los seis primeros, que no es fácil. Y hay un buen equipo, como hay en Granada, Osasuna, Gijón, Mallorca, pero la categoría te pone en el sitio, y lo vemos continuamente. Mi trabajo es que se crean capaces de conseguir los objetivos, que se crean lo conseguido, y que se vean respaldados. Desde el cuerpo técnico les apoyamos a muerte, y quiero que la afición haga igual”.

Muñiz sabe que La Rosaleda tiene el poder de ser fundamental, ya lo ha sentido en épocas anteriores y considera clave que el estadio vuelva a mostrar su mejor imagen para lograr entre todos el objetivo del ascenso. “Intento que mi equipo sea más fuerte y con el apoyo de su gente lo es, cuando lo tenemos vamos muy bien y no hablo sólo de esta temporada. Yo viví una situación límite, con un proceso concursal, con mucha gente sin cobrar, a punto de caer a Segunda B por todos los aspectos, deportivos y económicos, y vi una Rosaleda llena apoyando a su equipo a muerte. Me gustaría verla de nuevo con ese ánimo y ganas. No soy quien para mandar en la gente, pero veo que el equipo tiene más fácil conseguir cosas como la última vez que estuve, con una Rosaleda llena, que celebramos la permanencia en Segunda como si consiguiésemos la Champions, porque el club se iba y la ciudad sintió que era participe. El Málaga es más que Muñiz, Caminero o un jugador, las personas pasan, el club siempre queda”, concluyó el entrenador malaguista.