Vendaval blanquiazul
El Málaga alarga la sonrisa. Nuevo triunfo en casa de los de Víctor Sánchez del Amo (3-1), segundo consecutivo, una remontada de nivel que no es más que una demostración de que el equipo está en clara línea ascendente. Y esa es la mejor noticia con el play off de ascenso a la vuelta de la esquina. Comenzó perdiendo el conjunto blanquiazul en una primera parte floja, pero en la segunda fue un auténtico vendaval como el que azotó a La Rosaleda en la noche de viernes.
Salía Víctor Sánchez del Amo con el mismo once que dispuso ante el Real Oviedo salvo la entrada de Mula por en sancionado Keidi Bare, por lo que N'Diaye retrasó su posición para que el catalán jugara como interior. El madrileño dio continuidad a Juankar y Luis Hernández, que estuvieron a un muy buen nivel frente a los asturianos, y sigue manteniendo a Munir bajo palos pese a que los play off estén a la vuelta de la esquina.
Las cosas se torcieron muy pronto. El Zaragoza creaba peligro cada vez que se acercaba al área, y en el minuto 9 se adelantó por medio de de Pep Biel, que recibió en el vértice izquierdo, rompió a Cifu con un recorte hacia dentro y batió a Munir con un derechazo pegado al palo izquierdo. El Málaga no tenía nada que ver con el que deslumbró ante el Oviedo. Espeso, con numerosos errores en la entrega, tanto en largo como en corto, malas decisiones... Corría el tiempo y el equipo dirigido por Víctor Sánchez del Amo no encontraba ningún tipo de solución ni era capaz de hilvanar jugadas, para desesperación de una Rosaleda que arrancó muy enchufada, pero que después veía como su equipo no 'estaba'.
Ontiveros sigue de dulce
Más allá de la media fue cuando el Málaga pareció despertar, en gran medida porque Javier Ontiveros cogió la batuta y protagonizó varias acciones personales por la izquierda. Un fuerte disparo lejano suyo lo desvió a córner Cristian Álvarez, y en ese saque de esquina botado por el marbellí Blanco la tuvo de cabeza, pero remató desviado. Siguió buscando la portería mañana el cuadro blanquiazul, pero sin éxito y sin llegar a crear ocasiones claras ante un Zaragoza muy bien plantado que dio el último susto antes del descanso. Igbekeme recibió en el área y fue derribado por Cifu, pero Trujillo Suárez no señaló nada y acto seguido pitó el final de la primera mitad.
El paso por los vestuarios sentó bien a los de Víctor, que salieron con mucha más confianza y decisión. Empató pronto el Málaga tras una buena jugada, de nuevo por la banda izquierda de Ontiveros y Juankar. El marbellí dio un sutil pase en profundidad al de Boadilla, que colgó un gran centro rematado al fondo de la red por Renato Santos llegando desde segunda línea. Era otro equipo, se estaba comiendo al Zaragoza en busca del segundo, y lo consiguió seis minutos después, en el 60'. Otro sutil toque de calidad de Ontiveros acabó siendo clave, Adrián en un intento de remate la metió en el área y Blanco Leschuk la cazó con la izquierda, la 'mala', para batir de primeras a Cristian Álvarez.
Era un ciclón el conjunto malaguista. Ontiveros, Juankar y Blanco Leschuk, que hizo otro partidazo tremendo, pudieron aumentar la ventaja en apenas cinco minutos, pero el meta argentino del Zaragoza salvó a los suyos y mantuvo en el partido a los de Víctor Fernández, que estaban totalmente noqueados. Cayeron a la lona definitivamente en el minuto 74 cuando Adrián González remató la faena con un gol marca de la casa, llegando desde atrás y conectando un gran disparo con la derecha ante el que no pudo hacer nada Cristian Álvarez. La Rosaleda era una auténtica fiesta. La afición se han enganchado al equipo en el momento más importante de la temporada, y el "¡Vamos a volver!" se hizo atronador en el tempo blanquiazul, donde el malaguismo volvió a saborear las mieles del triunfo este viernes.