Aviones contra vespinos

La cosa se pone fea. El titular de esta crónica explica fácil y brevemente lo visto en El Alcoraz este domingo, un baño del SD Huesca al peor Málaga CF de la temporada. La defensa fue un disparate durante todo el encuentro, y no es que sobre juego ni calidad para que el equipo pueda permitírselo. Los jugadores del Huesca parecían aviones y los del Málaga vespinos. El resultado fue corto, pero el 2-0 no maquilla el esperpéntico partido de los de Víctor, que una semana más ocuparán puestos de descenso. Un servidor no recuerda un golpe tan doloroso desde el 0-3 del Reus en La Rosaleda, que a la postre terminó siendo un punto de inflexión negativo. Habrá que ver cómo digiere el equipo esta puñalada, pues también hay que tener en cuenta que la situación institucional es bastante peor que por aquel entonces.

Víctor Sánchez del Amo dio aire a varios 'titulares' e hizo rotaciones. Cinco cambios introdujo el madrileño, y el único obligado fue la entrada de Cifu por Ismael Casas. El apercibido Juankar, Keko, Adrián y Sadiku dejaron su sitio a Diego González, Renato Santos, Boulahroud y Antoñín. El primero en meter miedo fue el Huesca, que en el minuto 8 perforó la portería de Munir por medio de Pulido. Pero el zaguero del equipo oscense estaba, por milímetros, en fuera de juego y el tanto no subió al marcador. En cualquier caso, la jugada llegó precedida de una pérdida de Cifu y faltó tensión defensiva. Lejos de aprender, la historia se repitió unos minutos después, cuando el propio Pulido le ganó la marca a Cifu y remató a gol un gran centro de Mikel Rico. No está el Málaga para regalar goles así. Los de Míchel contaban cada ataque por ocasión clara y los blanquiazules, este domingo de rosa, estaban noqueados.

En el 23' fue a Okazaki al que le anularon un gol tras otra buena combinación de los locales. Esta vez fue más clara la posición antirreglamentaria del delantero japonés, que llegó a celebrar el tanto. Lo que quedaba más claro aún es que el Málaga era un flan y el Huesca quería aprovecharlo. La primera de los de Víctor llegó en el 38', una acción en la que Boulahroud remató centrado tras varios rechaces. Fue objeto de penalti el marroquí, pero ni el árbitro lo señaló ni el VAR entró. Del posible 1-1 al 2-0 en cuestión de segundos, cuando Juan Carlos Real hizo lo que quiso con la defensa malaguista, sobre todo con Juanpi y Lombán, y batió por bajo a Munir. Fue tal el baño de los aragoneses en la primera mitad que esa diferencia de dos goles era hasta corta. 

La misma historia tras el descanso

Sí que funcionó el VAR nada más comenzar la segunda parte en una acción entre Luis Hernández y Pulido. El central madrileño sacó el brazo en la disputa aérea y el colegiado entendió que fue penalti, amonestando también al zaguero. Lo lanzó Ferreiro, pero Munir evitó el 3-0 con una muy buena estirada y atrapando en dos tiempos el esférico. El Huesca seguía llegando con muchísimo peligro, cada jugada era una ocasión. No llegó por poco Okazaki a rematar un pase raso de Sergio Gómez en una de esas llegadas, y acto seguido todavía se complicó más el encuentro, pues Adrián, que había entrado tras el descanso junto a Sadiku, fue expulsado por roja directa por pisar en la zona del tendón de Aquiles a Miguelón. El reglamento es firme esta temporada con esas acciones, y el capitán duró 10 minutos sobre el césped.

Para más inri, se quedaba el Málaga sólo con siete profesionales, y Víctor Sánchez del Amo optó por dar entrada a Juankar por Juanpi, es decir, prefirió no quitar a un jugador con dorsal del filial y correr el riesgo de incurrir en alineación indebida. Bajó una marcha el Huesca para bien de un Málaga que mereció salir goleado de El Alcoraz. Golpe muy duro el que ha recibido este domingo el equipo blanquiazul, que sigue en puestos de descenso y el sábado recibe en La Rosaleda al líder destacado de la categoría, al Cádiz.