Los secretos de Guadalmar
Guadalmar ha tomado fuerza en los últimos tiempos como foco informativo por el estallido del ‘Caso Víctor’, que reside en el hotel que vertebra un barrio que se ha puesto de nuevo en el mapa malaguista. Fue con Joaquín Peiró con quien ganó prestigio y embrujo, con aquellas concentraciones talismanes de un equipo de época; luego la Euroliga lo convirtió en un peregrinaje de estrellas del baloncesto; y más tarde el Málaga de Fernando Sanz convirtió la Pizzería Frascati, a escasos metros del hotel y donde trabaja actualmente Darío Silva, en sede oficial de los terceros tiempos tras los partidos en La Rosaleda. Además, muchos jugadores han vivido históricamente en un barrio residencial tranquilo y cercano a la ciudad y las instalaciones del Estadio Ciudad de Málaga.
Pero en los últimos tiempos, y dejando a un lado los cercanas tierras de Arraijanal, donde algún día se construirá la Ciudad Deportiva, lo que ha ganado peso específico es el hotel. Tras un acuerdo comercial con el Málaga, el SOL Guadalmar (antes Tryp) es desde 2016 el cuartel general de equipo, donde se concentra antes de los partidos o donde come antes de los viajes, por ejemplo. Allí acuden igualmente los fichajes a pasar sus primeras noches en la Costa del Sol hasta que encuentran casa (u hogar), y allí también han vivido permanentemente los últimos actores de la escena blanquiazul: Míchel, Caminero, Víctor, Shaheen en sus primeras etapas, o algunos jugadores.
Ocurre que el Málaga CF se parece cada vez más a una trama de 'Falcon Crest', por lo que la confluencia de situaciones y personas en el hotel malagueño da para muchos guiones curiosos. El último se puede producir este martes, cuando el equipo se concentre tras la sesión de activación previa al partido ante la Ponferradina. Allí podría coincidir con Víctor, que mañana ofrecerá su esperada rueda de prensa en las propias instalaciones del recinto. Allí también se dieron recientemente escenas atípicas, como con el despido de Caminero, notificado a posteriori, y cuando aún convivían el madrileño y Shaheen entre las mismas paredes.
Pero más allá de eso, Guadalmar se ha convertido en el continente de las confidencias malaguistas. Las últimas consignas de los partidos, las reuniones, las guardias de los medios y los aficionados esperando a Víctor, e incluso las comidas de Navidad de los veteranos. Este martes podrá el madrileño saludar allí a sus exjugadores, o no, y el miércoles volverá a ser sede de noticias con una comparecencia pública que tendrá máxima repercusión nacional por ser la primera tras la aparición de su vídeo.