Málaga y la Copa del Rey: un matrimonio de éxito

Seis años después la Copa del Rey desembarca en Málaga. Una larga espera desde el 2014, una edición que cerró con la icónica canasta de Llull sobre la bocina. Hubo posibilidad de organizar alguna antes, pero llega en 2020, un año especial para la provincia, en la que es Capital Europea del Deporte. Es el torneo del K.O. es plato más sugerente de un menú atractivo. El Carpena volverá a ser el epicentro, pocos días más tarde organizar los Premios Goya. La Costa del Sol será al lugar donde mire el baloncesto español, pero también mundial. Más allá de la espectacularidad de la competición, no hay que olvidar que aquí estarán dos de los tres equipos más en forma del Viejo Continente.

Tiene unos ingredientes la Copa que la hacen especial, podría decirse que única. Que la NBA tenga un debate sobre si adaptar el formato a su competición para crear un torneo similar da alcance de su calado. Ocho equipos, ocho aficiones, una ciudad y un título. Su esencia es clara, es el camino más corto hacia un título. Es donde más se rompen las clases, a un partido cualquiera puede ganarle a cualquiera. La historia está llena de 'sorpassos' y el favoritismo, más que nunca, no llega más allá de cuando el balón va al aire.

Málaga es una de las ciudad españolas idóneas para organizar una competición de este calibre. Aúna un clima agradable y una pasión y tradición honda por el baloncesto. Las instalaciones, con las mejores que se han venido haciendo, también están preparados para eventos de alto nivel. Será la cuarta vez que la Copa visite suelo costasoleño. 2001, 2007 y 2014. Aquí se vivieron momentos históricos, como la explosión de Pau Gasol, mejor jugador nacional de todos los tiempos y con una carrera legendaria. Sólo se le resistió un oro olímpico y Tokio puede ser su última oportunidad.

Una atmósfera diversificada

De la Copa se alaba lo que pasa dentro de la pista, pero también lo que se vive fuera. Su ambiente tampoco tiene mucho parangón. La comunión entre aficiones (donde se echará de menos la presencia del Baskonia, la que más en número se desplaza a otros lugares) es otro de sus puntos fuertes. La Fan Zone será en el centro de la ciudad, con calle Larios y Alcazabilla tomando un especial protagonismo. Se harán muchas actividades en uno de los puntos neurálgicos para cubrir la parte del día donde el balón está parado. Hay otro plan alternativo, que es la Minicopa. El hijo de la Copa, que disputan equipos infantiles, y que gana atractivo a cada edición. Que todos sus partidos sean en directo es sintomático.

Habrá muchos vástagos de ilustres del baloncesto español, como los hijos de Pablo Laso o Carlos Jiménez. Un título que disputaron en el pasado Luka Doncic o Ricky Rubio, estrellas planetarias hoy en día. Es el reencuentro de Málaga con la Copa del Rey, un binomio que fue sinónimo de éxito. En las calles ya hay aroma y el jueves hay plato fuerte para abrir, con un Barcelona-Valencia, un duelo de Euroliga. El viernes será turno del Unicaja, con un Carpena hasta la bandera. La oportunidad es histórica, 15 años después de Zaragoza'05.