Un día con Al-Thani en la peluquería: "Me los puso de corbata"
Cuando Al-Thani pisó Málaga, en sus primeros años en la Costa del Sol, es de sobra conocido que tenía el viento de cara. Los fichajes de tronío, el año de Champions, el proyecto magnánimo. Eran años boyantes y, en ese ajetreo mediático perenne, el catarí decidió buscar un peluquero en la ciudad. Y lo encontró, en parte por la amistad del exdelegado Carlos López con Francisco Moyano, uno de los dos artistas de 'Tupé Peluqueros'. Hasta su casa se desplazó el malagueño, que no ha podido olvidar la atención señorial de Al-Thani (ver vídeo superior) ni tampoco los nervios que pasó. "Me los puso de corbata", recuerda, al igual que las diferencias con los hijos del jeque: "No me dieron el trato de su padre".
"Me puse muy nervioso, acababa de llegar y era muy mediático. Estaba fichando a Joaquín, Isco, Cazorla… Era cuando la gente lo idolatraba. Me recibieron varias personas, no me recibió desde primera hora él. Fue muy cordial, me invitó a un café, a que pasara a su sofá. Me trató muy bien. Le corté el pelo y me invitó a tomar un refresco con él. Mi inglés era muy flojillo y no podíamos tener una conversación, pero estuvo muy bien. Me pidió que le cortase como yo viese y ya está", recuerda entre alguna que otra sonrisa nerviosa.
Han pasado años, pero entre peinados a estrellas del fútbol y relaciones contractuales con la empresa de implantes capilares de Cristiano Ronaldo, Francis recuerda como el primer día el buen trato que Al-Thani le brindó en su domicilio. "Me los puso de corbata, estaba nervioso y quería que todo saliera bien. Al-Thani se lo quería cortar en Málaga, eso está todo publicado en sus redes (ver imagen inferior). Yo me envalentoné y le hice un corte más europeo. Él lo publicó en sus redes, subió una foto enchaquetado. Si sale mal me veta la entrada seguro (risas)", rememora el que en su día fue peluquero de cabecera de Al-Thani.
Diferencias con sus hijos
Peor fue todo cuando los vástagos de Al-Thani decidieron también ponerse en sus manos. No le dieron "el trato de su padre", que siempre le trató de forma "magnífica", con una educación que nunca tuvieron Nasser y compañía: "No puedo decir nada malo de ese hombre, me trató de lujo. Sus hijos eran muy caprichosos y sus formas no eran a las que yo estaba acostumbrado. Es la espinita que tengo. Es secreto profesional, uno tiene que tragar y ya está".
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