Sadiku-Buenacasa: una sociedad que no cuadra

Con permiso de los canteranos, el Málaga CF tiene dos delanteros: Armando Sadiku y Sergio Buenacasa. El primero es el máximo goleador del equipo, con 12 tantos, mientras que el segundo, que llegó en el mercado invernal, no ha visto aún puerta en los ocho encuentros que ha disputado. Ocho partidos en los que ha salido desde el banquillo, no ha gozado de ninguna titularidad hasta el momento. Huelga decir que la confianza de Pellicer en Sadiku es total, los números hablan por él, pero no es menos cierto señalar que el de Nules no los ve de momento como pareja atacante sino como relevo uno del otro. Tras el parón, ha quedado confirmado.

En los últimos cinco encuentros, Buenacasa ha sido el sustituto en la segunda mitad del albanés. Y eso que, sobre el papel, Pellicer ha tenido motivos para hacer coincidir a ambos por cómo transcurría los encuentros. Ante el Huesca saltó al verde con el equipo perdiendo 1-2, mientras que frente al Extremadura y el Lugo lo hizo con los dos partidos igualados. Dos envites ante dos rivales directos en los que el Málaga podría haber puesto una tierra de por medio imperial de haber conseguido el triunfo. Sin embargo, Pellicer prefirió sacar a uno para meter al otro.

Sí que jugaron juntos en los últimos minutos de los choques ante el Fuenlabrada y el Elche, allá por inicios de 2020, pero en la nueva realidad después del parón por el coronavirus Pellicer no acaba de hacerlos encajar en su rompecabezas. Aquí pueden entrar muchos factores, desde el cansancio acumulado y la necesidad de dar descanso a su máximo artillero hasta la amenaza de una quinta tarjeta amarilla que Sadiku viene teniendo colgada desde diciembre del pasado curso. Sea como fuere, Sadiku y Buenacasa no coinciden. Quizá ante el Girona pueda cambiar el escenario.