De padre a hijo: las manos que cuidan al Málaga
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El club homenajeó a los hermanos Pérez Frías
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La vieja guardia y la savia nueva
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Los Zambrana: otra saga que continúa
El apellido Pérez-Frías tiene una impronta destacada dentro de los muros de La Rosaleda. Años de servicio al CD Málaga, primero, y al Málaga CF después encumbran a Juan Carlos y al tristemente fallecido en 2018 Nacho, hermano del primero y padre del exjugador y ahora técnico de la cantera blanquiazul Nacho Pérez Santamaría. Los hermanos Pérez-Frías destacaron como futbolistas y, también, en una faceta no tan usual en los protagonistas del balón: como profesionales de la medicina deportiva.
Compartieron, de hecho, más de dos décadas en la entidad tras su época como jugadores. Uno, Juan Carlos, como responsable de los servicios médicos del club (cargo que sigue liderando, además del de médico del primer equipo) y otro, Nacho, trabajando en la misma parcela pero en la cantera. Dos años después del triste deceso de Nacho, el apellido Pérez-Frías sigue resonando y no sólo por Juan Carlos. Hay continuidad en la figura de su hijo Pablo.
Unas manos familiares, las manos que cuidan a los jugadores del Málaga. La foto que ilustra esta pieza, en Castellón, muestra a padre e hijo tratando a Ismael Casas tras su lesión. Pablo, cual canterano, ha dado el salto al primer equipo desde el Atlético Malagueño -entró en el club en 2008- a la par que desarrolla sus capacidades como fisioterapeuta en el Centro Médico Deportivo Pérez-Frías. No es la única saga que tiene pervivencia en el club, ya que 'Migue' Zambrana, hijo del histórico Miguel (conocido por todos como uno de los 'Pichitas'), se convirtió el pasado julio en el nuevo encargado de material -junto a Juan Carlos Salcedo, la otra mitad de los 'Pichitas'- tras la jubilación de su padre.
Doctor y fisio, nada más
En el trabajo no son padre e hijo. Son doctor y fisio, no hay tiempo para apelativos afectuosos. Porque el 'ascenso' de Pablo no es flor de un día, viene avalado por el trabajo realizado desde hace más de una década cuando entró a formar parte del fútbol base -su tío Nacho fue su gran cicerone- hasta que le llegó la llamada del primer equipo. Los cambios producidos en los últimos tiempos en los servicios médicos hicieron que la primera plantilla necesitara un fisio, se echó mano del filial como en otras ocasiones y Pablo encontró la que es ahora su gran oportunidad. Un sueño. Corriendo codo a codo, junto a su padre, leyenda viva del club, para socorrer a los futbolistas en los partidos y aportando su sabiduría y experiencia para que todo marche sobre ruedas en el apartado físico durante la semana. Todo queda en sus manos.
Son malaguista desde que nacieron y buenísima persona y excelente profesionales
Gran Médico y mejor persona Nacho trabajé con el en la ambulancia también profesor persona extraordinaria única diría yo un abrazo para su familia a la que no conocí .
Ánimo JFM es ley de vida. Un abrazo
Aún recuerdo a Nacho padre que siempre llevó barba y a su hermano Juan Carlos con su media melena rubia subiendo por su la banda derecha. Yo era niño. Eran socios del Málaga mi padre y los maridos de dos primas de mi madre. Mi padre tenía u Land Rover Santana marrón y de los parientes otro de los típicos azulados. Se iban alternando. Recuerdo con añoranza, que mientras nosotros íbamos al fútbol, mi madre y sus primas se quedaban viendo películas en el cine Royal o en El Palacio del cine. Algunas veces prefería quedarme con ellas y prestaba mi carnet a algún amigo de mi padre. Recuerdo que vi Tiburón y King Kong. Vaya recuerdos Las primas de mi madre y sus maridos siguen entre nosotros, mi padre y mi madre ya no están y Nacho también también se fue. 😭😭😭😭😭😭😭