El coyote detrás del correcaminos

Un ciclón llamado Espanyol pasó por La Rosaleda y señaló al Málaga en qué punto se encuentra. Aunque puede que los de Vicente Moreno no sean una vara de medir justa, ni para el Málaga ni para cualquiera. Porque este año está el Espanyol, un abismo y el resto de equipos. Será un milagro que no suba un equipo que jugó con una tremenda convicción en La Rosaleda. Marcó pronto, jugueteó un rato con el Málaga y sentenció cuando quiso. De Tomás y Embarba, por partida doble, hicieron los goles al tiempo que el Málaga trató de subirse a la chepa de su rival sin éxito. No fue un buen Málaga, pero nadie puede asegurar que su mejor versión hubiera valido para hacer cosquillas a un equipo tan superior. Por mucho que se empeñó el coyote nunca atrapó al correcaminos.

Fue silbar Ais Reig y subirse el Espanyol al cohete. Sabía Vicente Moreno del vértigo inicial del Málaga y lo que hizo fue apropiarse de él. Firmó el cuadro 'perico' un inicio superior, acorde a su estatus en la categoría y a los futbolistas de una plantilla varios peldaños por encima. A los 30 segundos Juande ya le quitó el gol a Darder. En pocos pases, una entrada por banda y un centro con veneno. Un aviso. Y equipos como el Espanyol avisan poco y muerden mucho. A los siete de juego, sopapo. Un fallo en cadena en defensa que empezó con un balón al que no llegó Lombán y continuó con Escassi con dos futbolistas del Espanyol en plena contra. Puado cedió a Embarba y éste engatilló a la red. Buen derechazo, aunque las repeticiones hacen pensar si Dani Barrio pudo reaccionar antes.

Difícil frenar a un equipo de esta pasta, aunque el paso de los minutos mejoró al Málaga. Con Yanis como agitador y Chavarría haciendo de él mismo y de Caye, pellizcando por la banda. Al Espanyol le gustó el plan y prefirió esperar para salir a la contra. Puado chutó demasiado alto tras colarse en los centrales y Jozabed, a la media vuelta, tuvo una buena opción dentro del área antes de la media hora. El Espanyol, no obstante, encontró su lugar en las fugas blanquiazules y también en el balón parado. Tuvo dos ocasiones claras en los últimos cinco minutos, la primera abortada por Dani Barrio tras un cabezazo de Melendo, mientras que la segunda la echó a perder David López con otro remate de testa que, por suerte, fue manso a las manos del arquero del Málaga.

Dos golpes más y a pensar en el Sabadell

En el descanso Cristo debutó sustituyendo a Matos, que lo pasó mal con Embarba tanto en el uno contra uno como en los balones a la espalda. Al Espanyol le dieron igual las piezas, a la primera que tuvo confinó la ilusión. Embarba y De Tomás, dos jugadores que juntos tienen más valor de mercado que todo el Málaga, lo cocinaron. Centro del extremo, medido, perfecto. Remate impecable del delantero, un tipo por el que el Espanyol pagó 20 millones el pasado mes de enero. De Tomás, por cierto, remató absolutamente solo en las barbas de Dani Barrio. Tampoco ahí estuvo atinada la defensa.

Con la melena soltada y el Málaga sintiendo el yugo 'perico', un nuevo error defensivo y otro gol. Cristo se comió un balón de lado a lado del área que cayó fácil a De Tomás, que solo tuvo que levantar la cabeza y devolverle el regalo a Embarba. 0-3 en menos de una hora. No hace falta decir nada más, que decía Schuster. A partir de ahí, bastante poco. Pellicer dio minutos a gente que los necesita como Cristian, Jairo o hasta Juan Cruz, que tuvo en sus botas la opción para el 1-3. Ni el Espanyol quiso hacer sangre, algo que se agradece, ni el Málaga tuvo fuerzas ni encontró atajos para ponerle un mínimo toque alegre al partido. Desde ya, los ojos en el Sabadell.