Alexander, sus veraneos en Benalmádena y su primer partido en La Rosaleda… con el Young Boys
Habían pasado pocas horas desde que Calero cayó lesionado en Almería cuando Alexander González recibió la primera llamada de su nuevo equipo. Al lateral no le sonaba de nuevas el Málaga, ni mucho menos. Hablar del club blanquiazul en Venezuela es hacerlo de estrellas vinotintos que desfilaron por Martiricos desde que Rondón abrió la veda. La Champions puso después en el mapamundi del fútbol a la Costa del Sol. Pero es que además Málaga tenía un significado doblemente especial para el nuevo fichaje malaguista. De un lado había sido un lugar de veraneo familiar en los últimos años y, del otro, qué curioso el destino, La Rosaleda fue el primer campo de Europa que pisó Alexander para ver un partido de fútbol. Fue como espectador en la temporada 11/12.
“Estuve en Benalmádena de veraneo con mis hijos, con mi familia, y tenía muchas referencias de lo que era vivir en Málaga”, señaló de primeras en su presentación Alexander, que a lo largo de su carrera ha coincidido con muchos exmalaguistas como Brezancic, Santamaría, Rescaldani, Joaquín Muñoz, Xavi Torres, Mikel Villanueva, Rosales, Juanpi, Rondón o Peñaranda. Sin embargo, lo más curioso es que La Rosaleda fue el primer campo europeo que pisó: “Lo comenté con algún compañero. Mi primer partido cuando llegué a Europa hace ocho años fue aquí. Fue el primer estadio que pisé a full”.
Lo hizo, en concreto, como espectador. Alexander acababa de dejar el FC Caracas para chuzar el charco y fichar por el Young Boys de Berna, que se encontraba haciendo la pretemporada de invierno en la Cala de Mijas y que recibió una invitación para ver un partido en Martiricos: “Lo vi en una equina y todo se veía súper pequeño, jugaba Rondón en ese Málaga. Es increíble”. El partido en concreto fue contra el Barcelona el 22 de enero de 2012, con triunfo culé por 1-4 y hat-trick de Messi. Alexander, que sólo tenía 19 años, apenas llevaba diez días en Europa tras fichar junto a su compatriota Josef Martínez por el conjunto suizo. De esas experiencias que no se olvidan...
Posteriormente, Alexander González pisó La Rosaleda como jugador. Fue este mismo año 2020, a finales de enero, con la camiseta del Mirandés en uno de los últimos partidos con público antes de la pandemia. Ahora ya conoce por dentro los entresijos del estadio y se confiesa alucinado: “La estructura del club es increíble, no la conocía, aunque me habían comentado alguna referencia. Vengo con el deseo de disfrutar con este club y con toda su afición, ojalá que sea mucho tiempo para poder disfrutarlo muchísimo”.
