Estabilidad y compromiso: el Mallorca, un buen ejemplo de inversión americana
Ha sido la noticia de la semana en el Málaga CF. Todo el mundo hablaba el pasado miércoles del posicionamiento del fondo de inversión americano RedBird Capital Partners, que adquirió a través de una filial europea 600 acciones del club pasa situarse en buena línea de cara a una posible ampliación de capital en el cuadro blanquiazul. Una noticia importante por sí misma, pero que encontró un boom equivocado al vincularse a Lebron James con ella. Las redes sociales, obviamente, hicieron el resto. La casualidad ha querido que el RCD Mallorca, rival este sábado del Málaga CF, sea un equipo gestionado por capital americano. Y bien gestionado, todo sea dicho. Un ejemplo de estabilidad, de compromiso -al menos de momento- y de inversión para hacer que el Mallorca se consolide entre los mejores clubes de España.
Pero, ¿quién está detrás de la gestión del Mallorca? El máximo accionista del cuadro bermellón es el empresario norteamericano Robert Sarver, propietario de los Phoenix Suns de la NBA y que en enero de 2016 adquirió el 77% de las acciones del Mallorca a Utz Claassen, cuya gestión había mandado al club balear prácticamente a Segunda B y tenía a la masa social claramente dividida. Sarver, a través de su empresa Liga ACQ Lagacy Partners LLC, se hacía con el control del Mallorca pero no llegó solo. A su lado, dos figuras representativas del deporte: Andy Kohlberg, extenista profesional y actual presidente del club, y una leyenda de la NBA como Steve Nash. El exbaloncestista dio un paso al lado el pasado noviembre cuando se convirtió en el técnico de los Brooklyn Nets.
A su llegada invirtió 21 millones para hacerse con el control accionarial y desde entonces la deuda del Mallorca ha sido reducida drásticamente. Y eso que el club, tras una salvación agónica en su primer año como gestor, descendió a Segunda B. Pero el proyecto se mantuvo hasta pasar en apenas dos años de la categoría de bronce a Primera. Vicente Moreno lideró desde el banquillo el trabajo que se hacía en las oficinas. Sarver, después de esa primera inversión, aportó nuevas inyecciones económicas: ocho millones, 10 millones, tres millones y otros nueve millones a finales del año pasado. En total, 51 millones de inversión en cinco años.
Proyecto a largo plazo
El Mallorca ha liquidado su deuda del concurso de acreedores y reducido casi totalmente la que mantiene con Hacienda. Ha encontrado una solidez que le ha permitido, tras descender, ser un equipo puntero y recuperar -a falta de confirmación- un puesto en Primera. Todo ello sin perder de vista la perspectiva de un proyecto a largo plazo. De hecho, Sarver ha tratado de impulsar una remodelación del estadio y la creación de una residencia en la Ciudad Deportiva, pero ambos proyectos se han encontrado el rechazo de las instituciones. "Invertir en la academia es invertir en la marca del club", dijo recientemente en 2PlayBook Andy Kohlberg, la cara más visible de un modelo de gestión que puede servir de ejemplo, quién sabe, en un futuro Málaga.
