El cuento de nunca acabar

Volvió a salir mal parado el Málaga CF de la visita de un equipo de la zona alta de la clasificación. Unos primeros instantes de cierta mejoría de los de Natxo González quedaron al final ninguneados por un error defensivo que costó un gol del Almería y por una terrible falta de acierto en los últimos metros del campo. La idea parece estar ahí, pero no terminan de ejecutarla. Y el tiempo empieza a correr demasiado rápido.

Minuto de silencio en memoria de Antonio Benítez y de Alfonso Queipo de Llano, interrumpido muy rápido por el árbitro. Los protocolos de LaLiga, demasiado estrictos, no permitieron que la afición le diera el adiós que se merecían estos dos grandes del deporte de la ciudad.

En los primeros minutos, se pudo ver en La Rosaleda a un Málaga confiado, más seguro en defensa, parando muchos balones divididos y jugadas a la contra y atreviéndose a mirar a la portería rival. Antoñín se convirtió en un auténtico quebradero de cabeza para la defensa rival. Fernando se esforzaba continuamente para evitar que el malagueño acertara a meter la pelota en su portería.

Las sensaciones eran positivas y el equipo de Natxo salió con intención... pero se diluyó con el discurrir de los minutos y el resto del primer tiempo hasta el descanso fue de mucho aburrimiento y de poco fútbol. El ambiente, por suerte, estaba caldeado por los continuos cánticos de la afición del Almería, que trataba de acallar con silbidos el público de La Rosaleda. Unos silbidos que también dirigió hacia el árbitro.

Tras el descanso, el Málaga hizo más de lo mismo

Tras el intermedio, volvió a salir con intensidad el Málaga. Pero no fue suficiente. Y el Almería se aprovechó de un error defensivo después de un centro hacia atrás desde la línea de fondo. El segundo palo estaba completamente solo y esto permitió a Sadiq cabecear sin barreras para subir el 0-1 al luminoso. No se le pueden hacer esas concesiones a uno de los mejores delanteros de LaLiga SmartBank.

No mejoraron en exceso las cosas ni con las entradas de Kevin y Brandon en el campo y el Málaga, nadando -o intentando flotar- a contracorriente, no terminaba de romper la barrera que se había impuesto. Había ahora más acciones en el área del Almería, gracias en parte al trabajo del mallorquín en la banda derecha, pero estas no llegaban a generar verdadero peligro en la portería de Fernando. De hecho, estaba más cerca de llegar el segundo del conjunto indálico que el gol del empate.

Portillo abandonó el terreno de juego casi en el minuto 80 y recibió una cerrada ovación de la que fue su hinchada hace no tantos años. Y a los pocos segundos, Sadiq perdonó una ocasión clarísima de sentenciar, pero su balón, raso y cruzado, aprovechando una mala salida de Dani Barrio, se marchó lamiendo el palo.

Y de nuevo se notó la falta de acierto del Málaga cara a portería. Apretó en la fase final del partido, provocando varios córneres, pero los balones no llegaban ni a manos de Fernando.

Una nueva derrota para este Málaga, que sólo ha sumado un punto desde la llegada de Natxo hace ahora ya tres jornadas.