Del brillo en el Málaga al ocaso en el Sevilla: una década en la carrera de Isco

Ya es oficial: Isco Alarcón y el Sevilla FC han llegado a un acuerdo para rescindir el contrato del malagueño. Llegó a la capital hispalense siendo uno de los fichajes más esperanzadores y se marcha por la puerta trasera tras cuatro meses. El Málaga CF, como ya explicamos, sale perdiendo económicamente en esta operación. Pero sobre todo quien más malogrado sale es el propio jugador, que en una década de carrera ha pasado de ser uno de los futbolistas más brillantes a abandonar el barco sevillista al poco tiempo de enrolarse en él.

Hace diez años, el Málaga estaba jugando las primeras jornadas de una UEFA Champions League en la que alcanzaría los cuartos de final. Isco era uno de los jugadores más destacados de una plantilla con muchísimos nombres propios. Sus actuaciones le valieron ganar el Golden Boy que cada año otorga el medio italiano Tuttosport y que premia al mejor sub 21 que juega en Europa.

Isco, de más a menos en el Real Madrid

Al finalizar la temporada 12/13, a Isco se le abrieron de par en par las puertas de un trasatlántico como el Real Madrid. El de Arroyo de la Miel aprovechó la oportunidad que el club blanco le otorgaba y se marchó al Santiago Bernabéu a intentar seguir explotando su talento. En sus primeras temporadas como madridista volvió a brillar con luz propia, pero en la 18/19 comenzó a disminuir su protagonismo por problemas físicos -una apendicitis y una lesión en la espalda-.

Desde entonces, no volvió a ser el mismo y su última etapa en el Madrid parecía haber acabado con su buen nivel. Finalizó su contrato y, como agente libre, recuperó una ilusión que había perdido y las ganas de volver a sacar el fútbol que atesoran sus botas. Le llegó la oportunidad de la mano de un Julen Lopetegui que ya había explotado su potencial con anterioridad y en un club como el Sevilla.

El Sevilla, una montaña rusa para Isco

Aterrizó en la capital hispalense como una de las grandes ilusiones de la afición sevillista. Le costó un poco ponerse a tono tras una temporada prácticamente en blanco, pero consiguió entrar en dinámica y ser uno de los imprescindibles de Lopetegui. El técnico, sin embargo, no estaba consiguiendo los resultados esperados y fue cesado por el Sevilla.

Su sustituto, Sampaoli, no ha encontrado en Isco el jugador que buscaba y entre su falta de minutos y las desavenencias con Monchi, el director deportivo, la solución final ha sido romper un contrato que tenía una duración de dos temporadas más una opcional.

La carrera de Isco ha dado un bajón radical en una década y, tras ser el niño estrella del Málaga, ha terminado matificando su brillo en el Sevilla. Ahora, de nuevo como agente libre, tendrá que buscar un nuevo destino. Todo apunta a Inglaterra, donde Lopetegui le espera de nuevo con los brazos abiertos en el Wolverhampton.