Sudáfrica 2010: la primera estrella de España
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El Mundial de Sudáfrica en 2010 fue muy especial, y por razones muy distintas. Para empezar, fue el primero en disputarse en el continente africano. Luego, porque el propio Nelson Mandela fue el embajador de la Copa del Mundo. Y en Sudáfrica el mundo descubrió las vuvuzelas, unas trompetas que copaban todo el ruido de los partidos y que la FIFA prohibió a posteriori.
Pero, sobre todo, fue un Mundial que nos dejó grandes historias. La carismática selección sudafricana metió el gol del Mundial, Tshabalala mediante, tras un zapatazo desde media distancia que se coló por la escuadra. También una selección africana, Ghana, avanzó hasta los cuartos de final, tras eliminar en octavos a Estados Unidos.
Las Estrellas Negras se convirtieron en la esperanza de todo un continente, y se mediría en los cuartos a Uruguay. Sulley Muntari se adelantó para los ghaneses, pero Diego Forlán puso la igualada poco antes del descanso. El partido se marchó a la prórroga, pero poco antes de la tanda de penaltis Luis Suárez paró con las manos una ocasión manifiesta de gol de Ghana. Penalti, expulsión y Gyan Asamoah cogió la pelota. Ya había metido dos penaltis en este mismo torneo. Si lo anotaba, su equipo se colaría en las semifinales de una Copa del Mundo.
Pero falló. El partido se decidiría en una tanda desde los once metros. Gyan cogió el primero, y lo metió. Sus compañeros fallaron. Y el ‘Loco’ Abreu metió el suyo a lo Panenka. Y Asamoah se sintió responsable durante el resto de su carrera.
Pero, sobre todo, este fue el Mundial de España. Tras perder el partido inaugural contra Suiza, las dudas se acrecentaron en el entorno de ‘la Roja’. Pero Vicente del Bosque no dudó. Apostó por una columna vertebral compuesta por Casillas, Puyol, Piqué, Busquets, Xabi Alonso, Xavi y David Villa. Les dio las llaves de la Selección, y con la inteligencia táctica y la calidad técnica de todas sus piezas, se consiguieron sacar todos los partidos.
Desde aquella derrota, 2-0 ante Honduras; 1-2 contra Chile; 1-0 a Portugal en octavos; 0-1 a Paraguay en cuartos; 0-1 en semifinales contra Alemania, con gol de Puyol. Solo faltaba un último escollo.
Casillas e Iniesta, héroes nacionales
En la gran final estaría Holanda, con una selección veterana compuesta por jugadores como van der Sar, Matijshen, van Bronckhorst, Robben, Sneijder, Kuyt o van Persie. El partido fue el prototípico de una final: los dos equipos respetándose mucho. Tuvo pocas ocasiones, aunque las que hubo fueron muy claras. La más clara había sido un mano a mano de Robben, que Iker Casillas sacó con el pie en uno de esos milagros que él hacía. Hasta el 116'. Condujo Navas. Iniesta. Fernando Torres, Cesc Fàbregas. Iniesta en el mano a mano.
Y se hizo el silencio.
Gol. Iniesta de mi vida. La dedicatoria a Dani Jarque. La estrella en el escudo. Y el ciclo ganador de la Selección Española. El estadio Soccer City de Johannesburgo coronaría a una generación de jugadores prácticamente inimitable, que se hizo grande siendo fiel a un estilo y que metió a España en los libros de historia de este deporte.
Campeón: España
Subcampeón: Holanda
Bota de Oro: Thomas Müller (Alemania, 5 goles)
Balón de Oro: Diego Forlán (Uruguay)
Curiosidades: el balón del Mundial, el Jabulani, fue muy cuestionado durante todo el torneo. Su aerodinamismo hacía que, en cada golpeo, el balón cogiera un efecto raro que hiciera difícil predecir hacia dónde se dirigía el lanzamiento. Jugadores de todas las selecciones se quejaron y pidieron que se cambiara.