Los Diablos Rojos mandan al infierno a Brasil

La selección de Bélgica dio el gran golpe sobre la mesa que venían amenazando con un gran triunfo sobre Brasil por 3-2 que les permite acceder a las semifinales dejando en la cuneta a toda una pentacampeona del mundo que no pudo derribar el muro belga.

El Kazán Arena acogía el gran partido de cuartos de final del Mundial de Rusia. A pesar del duelo de campeones del mundo entre Uruguay y Francia, la calidad de Croacia o la solvencia de Inglaterra, el choque entre Brasil y Bélgica presentaba una nómina de estrellas mundiales difícil de igualar.

La historia de Brasil se medía al desparpajo de Bélgica. Neymar, Coutinho, Willian o Marcelo frente a frente con Hazard, De Bruyne, Lukaku o Courtois. Y lo cierto es que el duelo no decepcionó, ya que desde el primer minuto los dos equipos mostraron sus cartas.

Sin nada, que esconder: Brasil comenzó a llevar la pelota al ataque con su anarquía habitual. Neymar, protagonista en la previa debido a las críticas por su teatro, imitado en medio mundo, conducía la pelota buscando a Gabriel Jesús, más activo que en partidos anteriores.

Por su parte, Bélgica mostraba mayor rigidez táctica y una misión clara con y sin balón, algo de lo que carecían los sudamericanos.

Con todo, eran los pentacampeones los que buscaban el gol con más insistencia y Thiago Silva tuvo la más clara a los ocho minutos. El capitán de la 'canarinha' aún no se explica cómo mandó una pelota al palo desde la misma línea. Un ligero toque de Kompany impidió que su homólogo en la capitanía adelantase a los suyos.

Quiso el azar que fuera el defensa del City el que provocó el primer tanto belga realizando la misma acción en el área contraria. Un córner peinado en el primer palo que, esta vez, tocó en Fernandinho y la pelota se coló en la portería de Alisson, que ni siquiera pudo reaccionar.

Por primera vez, Brasil se veía abajo en el marcador durante el torneo, y en qué momento. Coutinho y Marcelo se animaban desde la frontal, pero entre Courtois y una defensa inexpugnable de los 'Diablos Rojos' se alternaban para sacar el peligro.

Mientras, Bélgica salía a la contra con su tridente de ataque y las colaboraciones de Meunier o Chadli. En una de ellas, magistralmente lanzada por Lukaku, llegó el segundo.

El punta del United se intercambió los papeles con De Bruyne y le cedió al del City para que, con un trallazo desde la frontal, anotara un golazo que, ahora sí, ponía muy cuesta arriba el partido para Brasil.

Los minutos finales de la primera mitad fueron para los porteros. Dos metas de presente y futuro como Courtois y Alisson se lucieron para demostrar que, a pesar del poderío ofensivo de ambos equipos, ellos también querían su cuota de estrellato.

El descanso, con la entrada de Firmino por Willian, sirvió a Brasil para comenzar una catarata de ocasiones sobre la portería belga. Los primeros 20 minutos de la segunda mitad fue un carrusel de disparos y llegadas de la 'canarinha', con Miranda imponiéndose siempre sobre Lukaku para evitar las contras.

Kompany, ausente en la primera fase por lesión, se multiplicaba en defensa para sacarlo todo, pero los brasileños seguían martilleando a los suyos. Incluso el VAR tuvo que salir para defender a Bélgica, en una gran jugada de Gabriel Jesús en la que cayó ante el propio capitán belga. La tecnología decidió que no había suficiente como para señalar la pena máxima.

Un disparo de Hazard que asustó a los brasileños y un golpe sobre Witsel que sacó a los servicios médicos al campo consiguieron parar el partido, cuando más cerca estaba el gol brasileño.

Tite seguía probando fortuna con los cambios y acertó con las entradas de Douglas Costa y Renato Augusto. Fue este último, criticado en la convocatoria por jugar en la liga china, quien redujo distancias con un cabezazo picado tras un centro magistral de Coutinho al espacio.

A partir de ahí, los amarillos volvieron a rondar con insistencia la meta de Courtois y fue el propio Augusto el que tuvo la más clara con un punterazo desde la frontal.

Mientras, Hazard se echaba a Bélgica a la espalda buscando volver a llegar a la contra, pero la pólvora de su país ya se había gastado.

Era Brasil la que llegaba una y otra vez, con Coutinho y Firmino mandando fuera inexplicablemente dos balones de Neymar, que lo intentaba una y otra vez. El del PSG se vistió por primera vez en el Mundial de estrella de su equipo y tiró del carro buscando un empate que no llegaría.

Ni siquiera con un disparo ajustado del propio '10' desde la frontal en el minuto 93. La 'torcida' ya cantaba el gol pero Courtois realizó su último servicio de una espectacular exhibición con un vuelo estratosférico.

Cinco minutos de acoso brasileño en el descuento y Mazic pitó el final de un partido tan intenso que pareció durar 180. Neymar no lloró esta vez, mostrando una incredulidad al saber que aún debe esperar 4 años y medio para emular a Pelé, Romario o Ronaldo.

Pero la fiesta era de Bélgica. Los 'Diablos Rojos' llegan por segunda vez a semifinales con una exhibición que les permite, ahora sí, demostrar que son una verdadera favorita para llevarse la copa del mundo en Moscú el 15 de julio.