Toc, toc... ¿está ahí la Real?
Un Real Sociedad-Villarreal en cualquier momento hubiera sido un gran partido de fútbol. Dos equipos peleando por meterse en Europa, con grandes jugadores, y dejando detalles de enorme calidad sobre el terreno de juego. El encuentro que se pudo ver en Anoeta en esta jornada 34 mostró a dos escuadras que fueron un espejismo de lo que se esperaba de ellas al inicio del campeonato. Eso sí, en este duelo digno de pretemporada, los que se llevaron el gato al agua fueron los castellonenses. Lo lógico teniendo en cuenta que se disputó en Anoeta.
Cualquiera que haya seguido a la Real esta temporada hubiera escrito el mismo guión. Tras un partido horroroso, los de Imanol lo intentaron al menos un poco más en la segunda parte. Al ver que no eran capaces de marcar ante un rival que estaba hundido en la tabla, con miedo a perder, y que no había hecho nada por perder los puntos, le metieron un poquito de ganas a cinco minutos del final y con eso fue suficiente para ganar. ¿Para qué más si con la mínima cualquier equipo puede ganar este año en Donostia?
La afición harta, cabreada, indignada y rabiosa no pudo más y acabó pitando. Y bastante generosa fue ya que durante todo el encuentro no paró de animar a los suyos en un encuentro que merecía abandonar la localidad al descanso.
Cuando alguien va al fútbol por inercia, cuando va porque es lo que toca y para eso tiene el carnet de abonado, cuando lo hace aún sabiendo que su equipo hace tiempo que dejó de darle alegrías en la presente temporada y solo desea que termine de una vez el campeonato, solo merece que se haga un análisis muy profundo. Merecen explicaciones.
Un dato está claro y no deja lugar a dudas. La Real Sociedad solo ha ganado cinco partidos en Anoeta en lo que va de temporada, y tras esta jornada se coloca a solo dos puntos del rival de hoy, que llegaba peleando por la salvación. Con eso, poco más que añadir.
Apenas jugadas de ataque
La Real apostó por un 4-2-3-1 ocupando Mikel Merino la posición de Zubeldia, incrustado entre los defensas y haciendo de cuatro. Como era de esperar el Villarreal salió a presionar mucho arriba, aunque esperando su oportunidad para salir en velocidad y no correr riesgos.
Apenas se produjeron ocasiones en los primeros minutos, y el primer córner lo botaron los de Imanol en el 12' pero se botó sin consecuencia alguna. Los dos equipos se mostraban muy reservones sobre el césped, y el juego de ataque hasta entonces era un espejismo.
Luca Sangalli fue el primero en probar fortuna al cuarto de hora de encuentro, pero su disparo salió flojo y atajó sin problemas Andrés Fernández. A los 17 minutos, a Willian José se le hizo de noche, y Funes Mori evitó su disparo. Estuvo lento el brasileño.
La Real estaba mejor sobre el terreno de juego, mientras que al Villarreal le costaba trenzar jugadas, quizás con menos mordiente de la esperada teniendo en cuenta su situación. Y eso que tuvieron una buena ocasión después de que Mikel Merino perdiera un balón en el medio campo, pero cuando Bacca encaraba ya la portería de Rulli se resbaló. En esa jugada Navas vio amarilla y no por la caída del colombiano, sino por considerar el colegiado que previamente le había agarrado. Cartulina demasiado rigurosa.
Los de Calleja apenas arriesgaban, como si el empate les sirviera en esa pelea por escapar de los puestos de abajo. El partido avanzaba sin apenas ocasiones.
Los de Imanol se veían faltos de la tensión necesaria cuando todavía estás cerca de lograr un 'premio' clasificatorio, y el 'submarino amarillo' con el miedo de que no les pillaran en alguna y se hundieran más en el pozo de la tabla.
El partido estaba de sopor total. De somnífero para cualquier aficionado al fútbol incluyendo a los de Real y Villarreal. Un reconocimiento se queda corto para la 'Grada Aitor Zabaleta' que, a pesar del inexistente espectáculo en el campo, no paraba de animar a los blanquiazules,
Willian José probó fortuna desde lejos, y su chut se marchó cerca del larguero. Se notaba nerviosa a la defensa contraria, consciente de que es una de las más goleadas de la Liga. Y con ese marcador de 0-0 se llegó al descanso.
Mejor la Real, pero sin profundidad
La segunda parte comenzó con los mismos parámetros, con ambos equipos muy estáticos procurando evitar fallos. El Villarreal tenía anestesiado el partido y la Real tampoco arriesgaba.
En el minuto 55 por fin se desperezaron un poco los txuri urdin mediante un remate de Oyarzabal, tras tiro de Pardo, pero el disparo del eibarrés lo salvó bien Adrián. Una clara oportunidad de gol en un partido desierto de ocasiones. Dos minutos después era Rulli el protagonista al tapar por abajo un peligroso disparo de Chukwueze. El rechace lo mandó a las nubes Ekambi. En cinco minutos habían ocurrido más ocasiones que en todo el resto del partido.
La Real ¡por fin! comenzaba a llegar y sin llegar a ser un avasallamiento hacia la meta del Villarreal, al menos se le veía más mordiente y la única con ganas de hacer algo diferente. El equipo debía ir a por el partido, tampoco había nada que perder y ganar en casa era una obligación. Solo cinco triunfos en Anoeta se han podido llevar esta temporada en a casa los aficionados txuri urdin.
El partido avanzaba sin mayores ocasiones, cuando llegó otra lesión más en la Real. Navas se quedó tendido sobre el terreno de juego y en su lugar entró Le Normand. Previamente Theo, con algunos pitos de la afición, saltó al campo en lugar de Aihen que hizo un buen partido.
Los txuri urdin manejaban más el balón, aunque seguían imprecisos en los metros finales. El Villarreal no podía tener más 'cara' de empate. Pero sabemos lo que pasa cuando eso sucede. Llegó el minuto 85 y Gerard Moreno logró el 0-1. Lo más triste es que ya ni sorprende...
Aunque tuvo una clara Theo para empatar, el marcador no se movió más. Está Real desapareció hace mucho tiempo ya esta temporada...
Próxima jornada
Tras este partido de la jornada 34, la Real Sociedad volverá a jugar el domingo. Será el tercer partido de la semana, y se disputará otra vez en Anoeta. En este caso recibirá al Getafe a las 16.15 horas.
