Isak para seguir soñando

La Real Sociedad es colíder de LaLiga Santander diez jornadas después. Ganar y sacar adelante los partidos cuando no están bien es clave para estar arriba. Y es lo que hicieron los txuri urdin en Balaídos. Se llevaron los tres puntos en un encuentro muy flojo. Ningún jugador estuvo realmente 'inspirado' salvo Isak, que solo necesitó unos minutos para lograr su segundo tanto en su cuenta personal. Colíderes con 19 puntos.

La primera parte fue de menos a más... para terminar de nuevo en recesión por parte de los txuri urdin. Hubo una primera fase con mucho centrocasmpismo, con poco por parte de los porteros y defensas, que dio lugar a otra en la que la Real Sociedad calmó el encuentro y llegó más y mejor a la meta celeste. Sin embargo faltó el pase final. A partir de ahí y en el último tramo, el Celta, con un juego más directo, pilló a la Real en dos o tres jugadas y se llegó al descanso con el 0-0 final, que reflejaba bien lo que había pasado en el primer acto. Hacía falta soltarse y dejar que fueran los de Escribá quienes se pusieran nerviosos al jugar en casa y no lograr ponerse en ventaja en el marcador. Calma, tranquilidad. Recuperar el dominio y control de los que los txuri urdin suelen hacer gala para meter la puntilla a los locales y que tuvieran que remar a la contra.

La segunda parte no fue mejor. De hecho salió mejor el Celta que comenzó igual que había terminado la primera parte. Curiosamente la Real sufría, pero también daba la impresión de que a poco que apretara podía llevarse el encuentro. Y es lo que sucedió. Imanol introdujo el primer cambio dando entrada a Isak en lugar de Willian José y el sueco solo necesitó unos minutos para poner en ventaja a los donostiarras, que además jugaban con uno más tras la expulsión de Cheikh. Sin completar un gran encuentro la Real tenía los tres puntos en el bolsillo que le colocaban colíder.

Y con el 0-1 se llegó al final. Tres puntos más que ponen a los gipuzkoanos con 19 en la tabla clasificatoria, los mismos que Barcelona y Atlético de Madrid. Una victoria de las dinámicas, la buena de la Real frente a la mala del Celta. Todo juega. Y en estos momentos, a la Real Sociedad el fútbol le sonríe.

Trabado y con muchas interrupciones

Tenía prisa la Real por adelantarse cuanto antes y por eso Mikel Oyarzabal disparó a portería en la primera pelota franca que llegó a sus pies, pero su lanzamiento se marchó muy desviado. Presionaba arriba el Celta en el inicio queriendo sorprender a los txuri urdin cuando querían salir rápido.

Odegaard lo intentó a los nueve minutos pero su tiró acabó en saque de esquina. El primer cuarto de hora mostraba un partido previsible en el que la Real se dejaba querer para buscar rápido la meta contraria. Pero en cuanto los txuri urdin se pusieron su traje de jugones llegó la primera ocasión buena. Los realistas tocaron y tocaron hasta madurar la pelota y en una jugada de tiralíneas entre Oyarzabal y Merino, el centro del navarro no encontró rematador y pudo despejar la defensa del Celta en última instancia. Cada vez que llegaba la Real a portería contraria generaba mucha sensación de peligro, y poco a poco iba cogiendo el mando del encuentro que hasta entonces había tenido dominio alterno.

El siguiente en intentarlo fue Nacho Monreal tras dejar pasar el balón Willian José; lástima que su remate se fuera cerca del palo.

Hacía falta un poco más de pausa, y templar algo más el encuentro que en 25 minutos estaba sobrado de centrocampismo. Apenas había pasado nada y los porteros estaban pasando bastante desapercibidos.

Hubo que esperar hasta el 27' para ver el siguiente acercamiento bueno de los gipuzkoanos a campo contrario. Gran carrera en profundidad de Zaldua que se internó en el área, pero su pase lo despejó a córner la zaga local.

No estaba siendo una gran primera parte ni por parte de los de Imanol ni de los de Escribá, y se estaba viendo un partido muy trabado con muchas interrupciones. Se le podía exigir más a los realistas que a pesar de no estar completando su mejor partido llegaban fácil al área local.

Sin embargo la más clara del partido fue para los vigueses en el 34', después de que Santi Mina rematara al palo un balón a la salida de un córner que no había defendido bien Le Normand. Casi se le atragantó el aperitivo a los realzales que estaban viendo el partido. Y el mismo protagonista volvió a tener el gol en su cabeza a cuatro minutos del final tras rematar solo en el área en una jugada en que no se entendieron ni Llorente ni Monreal. Volvía a salvarse la Real.

El final de la primera parte le sentó muy bien a los gipuzkoanos ya que terminaron sufriendo en los últimos minutos del primer acto. Hacía falta un reset. Mucho que mejorar. Además el paso de los minutos podía pesarle a los locales. La Real necesitaba ser la Real.

Isak, llegar y 'besar' el gol

El Celta salió de nuevo presionando muy arriba. Mejor que la Real, y en la línea del final de la primera parte. Faltaba el punch demostrado hasta ahora en jornadas anteriores porque los donostiarras estaban sufriendo.

Lo mejor que podía pasarle a los de Imanol es que iban pasando los minutos y el 0-0 ponía nerviosos a los jugadores locales y a su afición, que diez minutos después de la reanudación empezaba a emitir algún pitido. Curiosamente daba la sensación de que no se jugaba a nada, pero que a poco que apretaran los txuri urdin podían llevarse los puntos. Eso sí, para eso había que crear, y de momento los constructores encargados del fútbol blanquiazul no estaban teniendo su mejor tarde.

Al menos en el 63' Mikel Oyarzabal lo intentó por primera vez en todo el segundo tiempo con un disparo lejano que terminó en las manos de Rubén.
Entonces llegó el minuto 64 y un partido nuevo se presentaba para los donostiarras. Fue cuando Pape Cheikh vio la segunda amarilla del encuentro y el Celta se quedaba con diez. De hecho fue automático. Fue quedarse con uno menos, y los locales dieron un pase atrás. No obstante la Real no terminaba de ejercer su superioridad en un partido en el que no estaba jugando bien. Incluso los locales estaban teniendo mejores oportunidades.

Ante esta situación Imanol decidió hacer el primer cambio y meter a Alexander Isak en lugar de Willian José. Y fue llegar... y 'besar' el gol. Gran definición del sueco tras un buen pase de Odegaard que, entre tres jugadores celestes, se sacó un disparo de zurda para enviar el balón a la red. Segundo gol de Isak esta temporada.

Este gol dio alas a los realistas que pudieron ampliar la ventaja de nuevo por medio de Isak, pero Rubén lo evitó en esta ocasión. No dio tiempo para más. Un nuevo triunfo para la Real Sociedad que le permite seguir soñando en un encuentro en el que no jugó bien. Pero así es como ganan los 'grandes'. Incluso cuando no tienen su mejor día.

Próxima jornada

La próxima jornada será entre semana. La Real Sociedad recibirá al Levante UD en el Reale Arena, el miércoles 30 de octubre a las 19 horas. Será el partido correspondiente a la jornada 11 de LaLiga Santander.

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