Cuando los fantasmas merengues se borraron de golpe
La Real Sociedad cuenta en la actualidad con 23 puntos, dos menos que FC Barcelona y Real Madrid, actuales líderes de LaLiga Santander, que tienen 25. Y será precisamente ante los madrileños contra quienes tengan que verse las caras los de Imanol Alguacil cuando se reanude la competición. Será en la jornada 14, un partido que se disputará en el Santiago Bernabéu el sábado 23 de noviembre, a las 21:00 horas. Por tanto, de sumar un triunfo la Real rebasaría a los merengues de Zinedine Zidane en la tabla clasificatoria por un punto. Un reto mayúsculo por el escenario y por el potencial que dejaron ver los blancos la última semana en la Champions y en su visita a Ipurua donde arrollaban a la SD Eibar con un gran partido de Hazard.
Pero en fin, ¿quién dijo miedo? Los txuri urdines pasan también por un buen momento pese al tropiezo ante el CD Leganés en un Reale Arena que dio más problemas que ayudas con el diluvio que cayó sobre el césped. No fue desde luego un aliado para el buen juego de los guipuzcoanos.
Dando por hecho que la ambición nunca falta, hay además buenos ejemplos en la historia de que la Real es capaz de darle un buen disgusto a los madrileños pese a su potencial económico.
Sin ir más lejos, tal día como hoy, un 11 de noviembre, pero de hace 40 años, la Real goleó al Real Madrid en Atocha por 4-0 acabando con el maleficio que arrastraba contra los blancos en sus partidos en San Sebastián. Ya sabemos que puede sonar raro, pero estuvo sin ganarle en terreno donostiarra durante 17 largos años. Roberto López Ufarte, Satrústegui, Jesusmari Zamora y Heras lograron los goles vascos en un triunfo muy recordado.
Fue la temporada de la imbatibilidad en la que desafortunadamente perdió la Liga en Sevilla. Un 11 de mayo de 1980 el título se esfumaba después de acumular 32 encuentros sin conocer la derrota en esa inolvidable temporada 79-80. Al año siguiente el fútbol le devolvió lo que le debía a la Real con el primero de sus dos títulos consecutivos de la mano de Alberto Ormaetxea.