El caso 'Xerez' suena a pataleta
Vuelve uno de vacaciones en el extranjero y se encuentra con esto. No es fácil comprender hacia dónde se quieren dirige los destinos de este Betis. Después del calamitoso año que terminó con el equipo en Segunda, lejos de tirar de humildad y de ejercer un poco de autocrítica, los dirigentes del equipo de las trece barras se afanan en guerras absurdas que no hacen sino dejar la imagen de la entidad por los suelos ante la atónita mirada del resto de equipos del panorama nacional. De un lado, el caso ‘Xerez’ tiene pinta de que va ocasionar a la entidad muchos más dolores de cabeza que beneficios. Además, son muchos los béticos que sienten cierta vergüenza y estupor ante los movimientos que se producen en torno al asunto en cuestión. No es de extrañar que el sentir de muchos aficionados sea el de “así no queremos subir”, o el de “ya ni siquiera en jerez van a poder ver al Betis”. Afortunadamente, yo sí que creo firmemente en el hecho de que desde hace mucho tiempo las personas inteligentes saben distinguir a la perfección entre lo que significa la palabra y el sentimiento que se genera a partir de algo tan importante como es la institución del Betis y lo que tiene que ver únicamente con el máximo accionista, Manuel Ruiz de Lopera. Un Lopera que, por cierto, no tiene problemas en seguir diciendo que tiene mejor plantilla que muchos equipos de Primera. Para echarse a temblar pensando en el futuro del conjunto verdiblanco. Qué triste realidad en la que vive sumido el club.