Beñat, un 'cachorro' adoptado en Heliópolis
Muchos béticos no son habituales seguidores de su filial, de ahí la sensación despertada sobre la figura de Beñat Etxebarría Urkiaga, conocido futbolísticamente por su nombre real, que es una adaptación a la lengua vasca de Bernardo. Se trata de un jugador de 23 años, una edad fronteriza entre la conveniencia o no de pertenecer a un filial. Formado en su tierra natal, llegó a la siempre fructífera cantera del Athletic de Bilbao con 18 años, debutando incluso con el primer equipo de la mano de Félix Sarriugarte el 29 de octubre de 2006, en un Osasuna-Athletic de Bilbao que finalizó con empate a uno.
Su juego no termina de convencer en el club vasco como para darle la alternativa definitiva, y la temporada siguiente regresa al filial rojiblanco tras la llegada de Joaquín Caparrós al banquillo de San Mamés. Se trata del paso previo para abandonar Bilbao y mentalizarse de que su carrera como jugador de fútbol debe curtirse lejos de su tierra. Sin miedo a lo desconocido, Beñat se marcha cedido al Conquense en el verano de 2008, y ahí es donde el Betis le echa el ojo. Un año después desde Heliópolis se le convence para recalar en su filial, recibe la carta de libertad en el Athletic y Oli le recibe con los brazos abiertos. No en vano le dió desde el principio la camiseta de titular para que llevara la manija del juego junto a Cañas. Ahora, su gol ante el Salamanca y el criterio desplegado en el juego le han puesto en boca de todos los béticos. Siempre se pide cautela, sobre todo porque apenas lleva un partido y medio con el primer equipo. Pero en este caso, la pinta es muy buena.