Y los derbis, derbis son

Este derbi 114 de la historia de la Liga entre el Sevilla y el Betis aparece a destiempo y falto de excelencia, la que hace no mucho destilaban estos duelos, pero al fin y al cabo, derbi es.

Este derbi se juega a destiempo porque se tuvo que jugar en enero y se juega en mayo, en las postrimerías de la Liga. Pudo ser en el primer mes del año mucho más interesante de lo que es ahora, en el que el conjunto verdiblanco ya tiene su objetivo cumplido, y bien y exitosamente cumplido, además, y el Sevilla se encuentra en un atolladero del que no sabe cómo salir. Pudo disputarse en enero con otros alicientes, otros condimentos y hasta con otros entrenadores.
Pero se juega en Primavera, la irregular Primavera, y se presenta, claro, interesante por definición, pero incompleto por situación. El fútbol sevillano son derbis, y los derbis, derbis son. Pero haciendo honor a la verdad los derbis son más derbis cuando trascienden el cainismo, cuando van más allá de sus propias fronteras y llegan a nutrirse de alicientes externos, futbolísticos, clasificatorios... no hace tanto que los dos equipos se jugaban disputar la Liga de Campeones y que los duelos sevillanos eran duelos de dos referencias en la Liga.
Olvídense de todo eso en este choque del 2 de mayo. El Betis, en su camino de volver a ser lo que fue, ha cumplido su primer paso, aún comedido en ambición, y ha certificado su permanencia. A falta de tres jornadas, que no es moco de pavo cuando se viene desde abajo y con necesidades económicas imperiosas.
El Sevilla, también en su camino de volver a ser lo que fue, pero en regresión, está en un claro declive deportivo y arrojando dudas por doquier. Apenas apura sus posibilidades europeas para intentar saldar la temporada con bagaje continental, objetivo menor, pero no desdeñable, evidentemente.
Esa es la realidad de este derbi, y no otra. Un equipo que venido a menos intenta agarrarse a sus posibilidades europeas, cavda vez menores y que pasan por la victoria ante el eterno rival, y otro que con el objetivo cumplido busca una alegría para su afición, intentar llevarse la liga particular y de paso fastidiar a su eterno rival, que nunca viene mal para adornar una temporada.
Desgraciadamente, tampoco alcanzará la excelencia el duelo sevillano por el juego de los dos equipos, de eso olvídense, a menos que el Betis saque del baúl de los recuerdos su fútbol vertical, atrevido y arriesgado del principio de Liga, algo improbable en un partido como éste, y a menos que el Sevilla se ponga a bordar el fútbol sin antes haber tejido la malla durante toda la temporada. Por ello, a falta de grandes momentos se dibuja con un Sevilla intentando ir a arriba y sacar rédito de sus ocasiones con sus jugadores más punteros (Negredo, Reyes, Navas) y con un Betis esperando su oportunidad ante la humedecida pólvora de los nervionenses. Ahí andará el camino del partido, entre el acierto de Rubén o Negredo, la seguridad de Fabricio o Varas y el control de Iriney-Beñat o Trochowski-Medel.
Olvídense, pues, de toda excelencia y céntrense en el núcleo del derbi, la batalla cainita del fútbol sevillano, apasionante, intensa, emocionante, sentimental, que señalará el vencedor moral y real de la liga particular y, en el caso del Sevilla, su futuro más inmediato.
Alineaciones probables: 

Sevilla FC: Javi Varas; Luna, Cala, Fazio, Fernando Navarro; Jesús Navas, Medel, Trochowski, Reyes; Manu del Moral y Negredo.
Suplentes: Palop; Deivid, Coke, Guarente, Rakitic, Luis Alberto y Babá. 

Real Betis: Fabricio; Nelson, Paulao, Dorado, Nacho; Cañas, Iriney, Beñat; Jefferson Monero, Santa Cruz, Rubén Castro. 

Suplentes: Casto; Chica, Amaya, Matilla, Salva Sevilla, Pozuelo y Pereira.