El derbi perfecto de Míchel

El entrenador del Sevilla, Míchel, llegaba al derbi de este domingo en una situación, si no peligrosa, si algo comprometida. Preparaba el encuentro ante el Betis después de una derrota dolorosa en San Mamés, con un vestuario al que se había enfrentado dialécticamente y contra un entrenador con el que mantiene ciertas rencillas y que hace pocos meses le había ganado la partida precisamente en un derbi.

No eran los mejores elementos posibles para el técnico nervionense. Pero lo cierto es que la jugada le ha salido redonda al madrileño. La goleada de su equipo al eterno rival ha solucionado de golpe varios problemas que rondaban el equipo y de paso le ha hecho recuperar un crédito algo mermado en las últimas semanas.
La respuesta del equipo. Míchel habló incluso de falta de respeto a la camiseta en algunos casos tras el partido ante San Mamés, y comentó que los jugadores no llevaban a término lo que el entrenador proponía. Por vez primera se enfrentaba claramente a ellos ante su falta de rendimiento. Existía la incógnita de cómo responderían en el derbi y si las palabras surtirían efecto. No pudieron ir mejor.
Reyes y Fazio, en el once. Eran precisamente dos de los jugadores que no eran fijos en las quinielas del once para el Betis. La concurrencia de Botía en la defensa y el bajo rendimiento del utrerano en la izquierda despertaban muchas dudas. Míchel les dio la titularidad y logró que fueran fundamentales en la goleada, pero también que lograran el respaldo de la grada, que había cuestionado a ambos partidos atrás.
Su estigma ante el Betis. Solo había jugado una vez ante el conjunto verdiblanco como entrenador del Sevilla, pero la derrota de mayo, en el Sánchez Pizjuán, fue muy dolorosa, e incluso pudo poner en peligro su continuidad. Con este triunfo tan abultado ante el Betis ya tiene en su bagaje una buena referencia en estos partidos.
El duelo con Mel. Aunque no ha subido de temperatura últimamente la relación entre ambos entrenadores, sus palabras del pasado verano asegurando que no eran amigos flotaban en el ambiente. Además, el propio Mel le ganó la partida en mayo. Ahora, Míchel respondió con el doble de fuerza y con una goleada histórica a su colega, que no amigo.
La clasificación. Los últimos malos resultados del Sevilla (derrotas en Zaragoza y Bilbao, empate ante el Levante) estaban dejando al equipo nervionense algo descolgado de los puestos de arriba. Una derrota ante el Betis hubiera supuesto dejar la cuarta plaza a siete puntos. Pero ocurrió lo contrario. El conjunto nervionense goleó al heliopolitano y recortó la distancia a un punto. El cuarto puesto, que ocupa el Levante, queda ahora a tan solo dos puntos.