Diego Perotti

Diego Perotti volvió a jugar ante el Español como titular. No lo hacía desde el 15 de diciembre, ante el Málaga. No lo ha vuelto a hacer hasta ahora porque cuando estuvo no estuvo bien y porque luego, directamente, no estuvo. Las lesiones no se lo permitieron.

Ahora el argentino ha vuelto. Esperemos que para tener continuidad y hacerse con un puesto en el Sevilla. Y el Sevilla necesita que se haga con ese puesto.
Diego Perotti es un futbolista con el que, desgraciadamente, el equipo nervionense no podía contar como activo deportivo. Sí, estaba, pero ha llegado a generar desconfianza y a caerse de la memoria de los aficionados cada domingo. Ha pasado de ser una realidad presente a una realidad intermitente. Pero el caso es que cuando ha estado de verdad, cuando ha participado, ha sido un fijo en el equipo; Perotti ha dotado al Sevilla de unas posibilidades y unas virtudes de las que adolecía, y sigue adolenciendo. Pasaron ya años, pero fue un activo importantísimo en un Sevilla tercero en la Liga, por ejemplo.
Pero luego las lesiones lo han martizirado y han privado al equipo nervionense de un futbolista capaz de rebasar líneas, de encarar, de regatear. Solo Navas en este Sevilla es capaz de hacerlo con constancia. Ahora vuelve y lo hace, de entrada, por dos grandes razones.
La primera, y que nadie se olvide, su frustrada marcha a Argentina. Quiso irse Perotti porque estaba mentalmente bloqueado, desanimado. Y nadie lo niega. Como nadie niega que el Sevilla estaba en su derecho de pedir ciertas prestaciones por su cesión. Los futbolistas, buenos o malos, y Perotti es más lo primero que en lo segundo, deportiva y personalmente, son por naturaleza caprichosos. Afortunadamente su cesión se frenó y ahora, a lo tonto a lo tonto, Perotti va participando en partidos como el del Español, como en la victoria ante el Athletic, o como ante el Valladolid, donde ofreció buenos minutos, y está participando porque no se marchó a Argentina. No habría sido una buena decisión del club dejarlo marchar y sus minutos en este final de la temporada, y los que vendrán, son una prueba.
La otra razón de la, hasta el momento, beneficiosa vuelta de Perotti es su progresiva adaptación al equipo. Hubo no muchos meses atrás precipitación en muchas de sus reapariciones, demasiada ligereza. Y el tiempo ha demostrado que los regresos de Perotti deben ser pausados, llevar su tiempo, como su musculatura. Ha ido entrando poco a poco en el equipo y no ha jugado de titular hasta pasados varios partidos. Bendita prudencia.
Ahora la pelota, por fin, parece en el techo del argentino. Una vez recuperado, y siempre con el riesgo de volverse a lesionar, Perotti no debe ser uno más de los que no se espera. Perotti debe ser uno de esos jugadores del Sevilla que se reciten en el rival por temor, y debe encajarse, sino con Navas y Negredo, sí en el escalón inmediatamente intermedio de figuras del Sevilla.
Es pronto aún, sí, pero quizás esa confianza es la que necesite un futbolista que hace semanas quiso dejar el club nervionense y ahora debería echárselo a la espalda, siempre que el peso no le lesione.
 
Seguir a @alvarillus
 
aramirez@eldesmarque.com