La cláusula de Iborra

El presidente del Sevilla, José María del Nido, declaró este miércoles, en la presentación de Iborra, que el conjunto nervionense había pagado la cláusula del centrocampista valenciano. Al mismo tiempo, indicó que había acordado tal pago, de seis millones de euros, con el Levante.
 

"El Sevilla tuvo que pagar la cláusula de rescisión que figuraba en su contrato, ya que el club dueño no quería traspasarlo", llegó a decir el dirigente nervionense, que además añadió: "Una vez que Monchi eligió a Iborra para incorporarlo a nuestra disciplina y ya él fijó con su representante las cantidades de su contrato, llamé al presidente del Levante y en una relación caballerosa y amistosa llegamos al acuerdo de esa cláusula que ellos no querían negociar y se hizo normal, sin irascibilidad. Y acabamos esa negociación".
 
Bien. En esas dos afirmaciones Del Nido dejó entrever que había pagado más bien la cantidad que estipulaba la cláusula, y no la cláusula en sí.
De hecho, la Liga de Fútbol Profesional ha confirmado a ElDesmarque que no se ha efectuado en sus oficinas depósito ni pago alguno de la cláusula de rescisión de Vicente Iborra, es decir, que el Sevilla pagó la cantidad equivalente a la cláusula del jugador acordada con el Levante, pero no ejecutó esa cláusula en sí, que además le habría acarreado mayores gastos por impuestos.
Es, salvando las distancias, un caso similar al del Real Madrid y Sergio Ramos. Para evitar impuestos, el Sevilla y el Madrid acordaron un traspaso una vez conocido que el club merengue estaba dispuesto a ejecutar aquella cláusula de 27 millones. De esta forma el Sevilla ganó además alguna cantidad más de dinero como traspaso.
Es, además, diferente situación la del Sevilla con el Levante e Iborra a la de Kondogbia y el Mónaco, por ejemplo. Porque, según ha admitido el mismo Del Nido, el Sevilla no está dispuesto a negociar ningún acuerdo con ningún club, por lo que en este caso si alguno quiere fichar a Kondogbia tendrá que depositar su cláusula, de 20 millones de euros, más los impuestos que puede acarrear, en la LFP.