Un líder solvente

Álvaro Ramírez IIIEl Sevilla ha certificado su clasificación para los dieciseisavos de final de la Liga Europa con una solvene victoria en Alemania ante el Friburgo que además ha confirmado su primera posición y su condición de cabeza de serie en el sorteo del próximo lunes. El equipo de Emery se ha empleado con rigor defensivo y luego tuvo la chispa necesaria para desnivelar el encuentro y luego rematarlo. 

Aunque el Sevilla fue superior y ganó cómodo, el encuentro dio para algunas notas positivas, sobre todo en la actitud colectiva y en la defensa, muy sobria ante un equipo que se hartó de colgar balones al más puro estilo teutón. Cala y Carriço estuvieron realmente bien, como bien estuvo Rakitic, catalizador de todo juego sevillista, y bien estuvo Iborra. Hasta Rusescu tuvo sus minutos, adornados con un gol y con buenos movimientos y conceptos. Fue, por tanto, más allá de la clasificación y el primer puesto, un partido muy aprovechable para Emery y para los suyos. Hasta Trochowski tuvo sus minutitos para reaparecer y volver al equipo.

Que el Friburgo se jugaba más que el Sevilla se notó en el arranque en el partido, en el que los alemanes salieron realmente intensos, presionando de manera agresiva y sin apenas dejar respirar a los sevillistas el frío aire de Friburgo. Pero pese a ello el equipo de Emery no reaccionó con apatía, algo que suele suceder en estos casos cuando el rival aprieta, el ambiente es hostil y la climatología incómoda. Por contra, defendió sin arrugarse, intentó hacerse con el partido,  a su manera y con las dificultades que ello implicaba. Porque el Friburgo no sabía cómo llevar el mando del choque, pero sí que estaba bien plantado en el campo y sí que presionaba con mucho sentido y orden. Por eso el partido se convirtió en bastante plano, sin altibajos, monótono, con los alemanes apelando al orden y el Sevilla sin poder superar su planteamiento defensivo. Lo intentaba Rakitic descolgándose, lo intentaba Perotti bajando a recibir, lo intentaban los de Emery intercambiando posiciones, y así, bajo esa fórmula, llegó el tanto ya cercano al descanso, con un buen pase de Rakitic en posición de organizador, una buena recepción y gran regate de Perotti y el remate de Iborra llegando al área con potencia.
Fue un buen gol del Sevilla que alumbró y premió los intentos, tampoco fuera de órbita, del equipo de amarillo. El tanto, evidentemente, calmó la situación y dejó casi cerrado el primer puesto para los sevillistas.
Tanto que en la segunda parte el equipo hispalense se permitió contemporizar, dosificar, marcar los tiempos y, sin dejar de emplearse con seriedad y rigor defensivo, dejar pasar los minutos hasta desesperar a un limitado Friburgo y matar el encuentro con un segundo gol, el de Rusescu, que se marcó unos buenos minutos, que dejó clara la solvencia con la que se está empleando el conjunto de Emery en Europa por el momento. Ha acabado la fase de grupos como líder destacado, invicto y cerrando la liguilla con una victoria en Alemania que prolonga la buena racha del conjunto sevillista, que carbura en la Liga y sigue carburando en la Liga Europa.