Marcos Assunçao, un trotamundos del fútbol

De aquel Betis que consiguiese la Copa del Rey en el Vicente Calderón allá por 2005 quedan pocos futbolistas en activo. Pero sin duda hay uno que se niega a colgar las botas, y sigue compitiendo profesionalmente. Se trata de uno de los artífices del éxito bético en la última década, el brasileño Marcos Assunçao. El magnífico lanzador de faltas, de 37 años, se marcha a jugar a la segunda división de su país, a un modesto equipo de nombre 'La Portuguesa'.

Una vez finalizado su contrato en el Figueirense, con el que tan sólo disputó dos partidos en la máxima categoría, acepta el reto de un segunda para continuar vinculado al mundo futbolístico. Y lo hace a un club que ya quiso contar con él a principios de año, pero donde el que por entonces fuese su entrenador, Guto Ferreira, declinó su incorporación. El acuerdo entre las partes era conocido desde el pasado 14 de mayo, pero no ha sido hasta este 30 de junio cuando se ha presentado por su nuevo club. El ex del Betis ya entrena a las órdenes de Marcelo Veiga.
Estamos, sin duda, ante un trotamundos del fútbol. Esta temporada cumple 21 años como profesional, pues debutó en la élite allá por 1993 en el modesto Río Branco. Con 20 años de edad pasa al Santos, y de allí saldría para el Flamengo, donde terminaría de explotar como futbolista. Su buen manejo de balón en la medular, sumado a su sobresaliente golpeo a balón parado, hizo despertar el interés de los grandes equipos europeos, siendo la Roma quién apostaría más fuerte por él y el conjunto que finalmente se haría con su fichaje. Pero su irregularidad en los momentos clave le impidió triunfar en el Calcio. Fue entonces cuando se le abría una nueva puerta a Marcos. El Betis había seguido de cerca sus actuaciones, y en el verano de 2002 afrontó su contratación por 10 millones de euros. Una cantidad arriesgada, pero acertada viendo su rendimiento a lo largo de los años.
Assunçao vivió su mejor época como futbolista en Heliópolis. Sus goles de falta y sus asistencias ayudaron al conjunto verdiblanco a conseguir el título de Copa del Rey en 2005, además de firmar una histórica clasificación para la Champions League.
Dos temporadas después, en 2007, y con la llegada de Héctor Cúper al banquillo bético, comenzó el declive del brasileño. El nuevo míster no confiaba plenamente en Assunçao -que ya contaba con 31 años-, y tras unas reuniones con el club, Marcos rescinde su contrato y se marcha a los Emiratos Árabes, al Al-Ahli de Dubai. La adaptación a este nuevo fútbol no fue buena para el centrocampista en su primer año -12 partidos, y un gol-, y decide cambiar de equipo. Aunque sin abandonar la liga de los EAU, se marcha al Al-Shabab, donde sí mejoraría sus prestaciones, jugando 21 partidos y marcando tres goles.
Cansado de estar lejos de casa, el exbético pone rumbo a su país, aunque lo hará a la segunda división. Concretamente, firma por el Gremio Prudente con 33 años. Aunque su periplo en la serie B duraría apenas unos meses, pues el Palmeiras le tenía echado el ojo, y vieron piernas suficientes en él como para afrontar su fichaje. Corría el año 2009, y Assunçao volvía al fútbol de primer nivel, al menos en Brasil, firmando además una de sus mejores temporadas como profesional, marcando 15 goles, 12 de ellos de falta, y consiguiendo al año siguiente la Copa de Brasil frente al Coritiba F.C.
Con 36 años, y tras cuajar dos buenos cursos en el Palmeiras, se marcha al Santos de Neymar, a quién ayudó a conquistar el campeonato liguero. Ya en el apogeo de su carrera, firmaría por el Figueirense. Y cuando la gran mayoría esperaba que colgase las botas, 'el cañón de Heliópolis' ha decidido dar un último pasito en su interminable camino futbolístico, marchándose a la serie B a La Porguguesa, con 37 años.
Once equipos después, y con más de 100 goles en su haber, Assunçao probará suerte de nuevo, quién sabe si por última vez, en la que sin duda es su pasión. Sin duda, estamos ante un trotamundos del fútbol.