Los cinco errores que acabaron con el Sevilla en Anoeta
El Sevilla vivió un partido extraño en Anoeta. A pesar de hacer un buen partido, al menos en el aspecto ofensivo, se vino de vacío y además con errores de bulto que lamentar, propios y ajenos. Principalmente, cinco que evitaron que los de Emery sumaran los tres puntos. Alejandro Arribas protagonizó, en una mañana negra, la mayoría de ellos.
1. El 'marcaje loco' de Arribas
El partido se puso cuesta arriba en el minuto 15 con un error de Alejandro Arribas, que volvía a la titularidad este domingo ante la Real Sociedad. No fue su día. Y empezó a demostrarlo en el error del primer gol de la Real. Un pasde Zaldua desde la banda derecha, sin mucha dirección, sin mucho criterio, caía del cielo casi en vertical. Arribas perdió la referencia de Agirretxe en su pugna y el atacante remató solo. No estuvo luego tampoco Sergio Rico a la hora de detenar la pelota.
2. El despeje y el 'penaltito'
Arrancaba el Sevilla la segunda mitad con el empate y una nueva falta de entendimiento primero y la controvertida decisión del colegiado después lo pusieron de nuevo por debajo en el marcador. La jugada del penalti se origina en un despeje a saque de esquina de Arribas. Faltó comunicación y entendimiento con el portero, Sergio Rico, pues no había jugador alguno de la Real alrededor. La jugada a balón parado fue el origen del penalti de Tremoulinas a Canales. Penalti muy discutido en el que entra en acción el criterio de Teixeira Vitienes, el nulo criterio, cabría exponer.
3. Fallo bajo palos
Estaba claro que no era el día de Alejandro Arribas. Una falta muy bien sacada por Banega le llegó al central prácticamente debajo de los palos. Tuvo la ocasión de redimirse y parecía lo lógico, pues la cercanía de la portería, con Rulli vendido, así lo dictaba. Pero no, el remate del central se fue al larguero y salió repelido. La ocasión desperdiciada se iba al limbo.
4. El clamoroso penalti a Diogo
Alucinarían todos los espectadores como alucinaron los futbolistas del Sevilla cuando comprobaron que la temeraria entrada de Rulli a Diogo, tras una combinación con Aleix Vidal, no fue sancionada. El portero donostiarra golpeó con el pie derecho al luso en el muslo. La sanción del penalti ya era evidente, aunque Teixeira la obvió, pero aparte de la sanción incluso podría haber sido expulsado el meta. Ni una cosa ni la otra. El colegiado no vio o no quiso ver ni sancionar nada.
5. Rico y Arribas, 'enemigos íntimos'
El empate a tres en el partido fue un auténtico despropósito. Una jugada larga por la banda derecha con pase de Xabi Prieto cobraba vida a raíz de un mal despeje de puños de Sergio Rico. Luego, error tras error, rebotes, rechaces, balones divididos... hasta que la pelota cayó a los pies de Arribas, de cara a su portería. Cual delantero despejó hacia su propia meta haciéndole un flaco favor a un ya entonces desubicado meta canterano.